HISTORIAS DE LEÓN

Troquero de panteones: "Yo le canto al dolor"

Ahí frente a las tumbas Salvador López Pacheco se dispone a cantar, en el Panteón San Nicolás ofrece su repertorio de canciones que evocan al recuerdo de esa persona a quien no se ha dejado de amar

Salvador es troquero desde hace 30 años, dentro de Panteón San Nicolás  se alistan para las festividades del Día de Muertos
Salvador es troquero desde hace 30 años, dentro de Panteón San Nicolás se alistan para las festividades del Día de MuertosCréditos: Eloy Japhet Esquivel Vázquez
Escrito en GUANAJUATO el

León-. En el Panteón San Nicolás descansan los restos de los leoneses más antiguos e ilustres. Se acerca del Día de Muertos y el camposanto se adorna de cientos de flores de cempasúchil con sus tonos naranja, amarillo y rojo. En este escenario es en donde el troquero Salvador López Pacheco les canta a los difuntos.

Viste como un vaquero: un sombrero blanco al igual que su bigote, un chaleco de cuero y unas botas de color negro, Salvador ofrece sus canciones a los seres amados que ya no están, por unos pesos hace revivir momentos a quienes ya solo viven en la memoria, en los recuerdos, a quienes todavía aman a pesar de haber muerto.

 “Canto de todas las que me piden” dijo Salvador, agregó “tantas canciones que dan aquí especiales para el momento, como Me refiero a ti, la que más piden es Una flor para mi madre”.

“Bueno la que tiene más sentido, Una flor para mi madre, va directamente a la madre, pero yo la muevo, la personalizo, por decir se las puedo echar, por decir, Una flor para mi padre, Una flor para mi hermano, la personalizo, según a la persona a que se le va a cantar, esa canción es de las que más me piden” Explicó el troquerito que suele acudir al panteón San Nicolás para dedicar su repertorio de canciones.

Recorre el Panteón Municipal de San Nicolás con una guitarra de color negro, una bocina, y unas gafas oscuras, afina su instrumento, su voz y se dispone a tocar piezas como: “Ay Ángel mío”, “Por el amor a mi madre”, “Madrecita querida”, “Me voy me voy”, “Cuando dos almas”, “Que nos entierren juntos”, “Cruz de madera", “Cruz olvido”, "Un puño de tierra" … Varias canciones”. Dijo

Salvador López Pacheco es de San Miguel de la calle Río Azul 

Salvador toca sus melodías frente a las tumbas o las gavetas adornadas de flores naturales o de plástico, con el paso de los acordes y las notas, la canción surte efecto, regresan los recuerdos de esos instantes en los que la persona amada gozaba de vida, momentos que se viven en silencio escuchando la música que surge de Salvador

Es triste, la gente llora, ahora sí que se sienten tristes ¿verdad? Pero al mismo tiempo, como que se desahogan, sienten ganas de llorar y no pueden sino hasta que escuchan la canción, hay gente que llora grito abierto, gente que de estar llegan le piden una canción, se las echamos y ya de rato sueltan el llanto” compartió Salvador de 74 años

Él toca, mientras lagrimas recorren las mejillas con el recuerdo de un padre, una madre, una hija o un hijo, una esposa, novio o novia. Salvador los acompaña en su dolor con algo de música, y esa persona amada vuelve a vivir en los recuerdos.  

Leyenda

Que nos entierren juntos

“Tantas veces que se han visto, están llorando, esta uno cantando, lo siente uno también verdad, nosotros es nuestro trabajo, cuando están sepultando les pide uno el permiso para cantar, duele verdad, pero alguien lo tiene que hacer” dijo el troquero del Panteón San Nicolás

Cada letra es una historia y una emoción que vuelve a sentirse, Salvador ofrece su repertorio, es su trabajo estar ahí en los momentos íntimos de dolor, en ocasiones sonrisas por los instantes de felicidad, incluso en el último adiós. Entona canciones como “Amor eterno” de Juan Gabriel, “Que nos entierren juntos” de Gerardo Reyes, “Una flor para mi madre” de los Cadetes de linares

 

Los troqueros de panteón se extinguen

Dice el cancionero que como él ya casi no quedan, que se extinguen, que ya son gente mayor dijo “Hay pocos, ahora sí que los que estamos ya desagraciadamente o afortunadamente, más que todo, pues ya estamos viejo verdad, ya horita los muchachos los jóvenes se van a otro tipo de música, de los troqueros ya de antes ya ni en la Plaza del mariachi hay, y si hay pos puro ya grande de edad, se va extinguiendo, sí hay quien sigue estudiando eso pero ya con otras canciones y no como las que te dije ahorita”.

“Para mí es cantarle a la gente que ya se nos fue y tarde o temprano hay estamos, es el único caminito que nos enseña por donde vamos a irnos todos” expresó el cantante.

Salvador el troquerito de panteón recorre el sepulcro con su guitarra para ofrecer sus canciones a 25 pesos a quienes ya ha partido de este mundo. “Le canto al dolor de la gente”.