León-. Erika Elizabeth Grimaldo Padilla estudió ingeniería industrial y una carrera técnica en mecatrónica, al egresar y pedir trabajo en las empresas tuvo que enfrentarse a que le ofrecieran puestos en áreas administrativas, en ventas, en almacén y en compras. Ella es ingeniera se abrió camino y le abre el paso a quienes vienen detrás de ella.
Egresó de la Universidad Tecnológica de León cuando es su generación solo había 4 mujeres y 24 hombres, cuando a Erika le decían que su profesión era solo para hombres y que era para mujeres que querían ser hombres. Así le decían.
Trabaja con maquinaria pesada, con altos voltajes, sabe que las máquinas son peligrosas y que existe poco margen para el error, mide la corriente de una máquina con un par de puntas de multímetro, hace ver fácil la electricidad, la energía que corre para que las ciudades sean iluminadas en la oscuridad.
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LSR: ¿Cómo abrirse camino en la industria, en un mundo “dominado” por hombres?
EG: Fue pesado, sigue siendo un tabú, pero en esa época había resistencia, decían: ¿Una mujer en el área de ingenieros? Se llegaba en poner en tela de juicio las preferencias sexuales, eso es algo para hombres o para mujeres que quieren ser hombres, sin embargo, nunca estuvo en tela de juicio ese tema. Un día llegué a casa y dije: no quiero estudiar medicina quiero estudiar ingeniería.
LSR: ¿Llegaste a vivir machismo?
EG: Lo llegué a vivir cuando estaba en mi etapa de técnico cuando se solicitó una oportunidad de laborar en el área de mantenimiento, se pasaron todos los filtros, y al llegar a la entrevista con el gerente general indicó que no era lo que estaba buscando, haciendo alusión que no quería personas del sexo femenino en el área de mantenimiento.
LSR: ¿Cómo te sentiste al tener esa respuesta?
EG: Sentí que todo el mundo tenía razón, porque antes de que yo empezara en este tema, todo el mundo me decía que el área de ingenierías era para hombres, que los ingenieros eran hombres, no mujeres. Pero desde que yo estoy estudiando conocí a varias mujeres ingenieras, pocas, pero ya había, yo en mi época de 17 años ellas ya tenían 30 a 40 años.
“De ahí me nació el que si ellas pudieron y se fueron por lo que les gustaba ¿Por qué yo no?"
LSR: ¿Cuál es el principal desafío como mujer ingeniera?
EG: El de siempre: que eres mujer, en muchos puestos lo primero que te preguntan ¿eres casada? ¿piensas tener hijos? ¿cuántos hijos tienes? ¿en corto plazo piensas tener hijos? Entiendo la pregunta porque si yo entro a laborar con ellos y deseo tener un hijo, yo les voy a estorbar.
LSR: ¿Por qué esas preguntas tan etiquetantes?
EG: Malo. Pero estoy acostumbrada a las preguntas, porque siempre las hacen.
LSR: ¿Cómo ha sido abrirte paso como ingeniera después de los rechazos que has vivido?
EG: Mi primer paso no fue cerrarme a las propuestas laborales que me hacían siempre y cuando no se salieran del contexto. Alrededor de los 20 años me ofrecen ser operadora de máquinas de CNC, allí aprendí muchísimo y ahí fue en donde repunté en la cuestión de decir ya soy técnica ahora quiero ser ingeniera, voy a buscar la forma de terminar mi ingeniería y lograr tener acceso a otro tipo de trabajos.
LSR: ¿Las máquinas siguen enseñándote académicamente?
EG: Sigo aprendiendo porque la tecnología es algo que no se detiene y que va cambiando, se va actualizando
LSR: ¿Las máquinas son peligrosas?
EG: Las máquinas son peligrosas si no las sabemos operar, si no tenemos las precauciones, es como en todo, es como si yo te dijera un automóvil es peligroso, una bicicleta, una moto, en realidad es cómo yo manipulo la situación, cómo yo manipulo el equipo, primero tenemos la obligación de salvaguardar la seguridad y ser muy consciente de los que estamos haciendo.
LSR: ¿Hoy cómo observas a tus compañeras en la industria?
EG: Muy presentes. En los últimos años me ha tocado ir a empresas con varios modelos a los que pertenezco académicamente y profesionalmente, ya veo más mujeres en el área de ingeniería. Ya me toca hacer match con más mujeres en la industria cuando llego a presentarme por la parte académica y que me digan: yo soy el encargado, soy la encargada de esta área soy la encargada de producción.
Ya no nada más a la mujer la encuentras en la parte administrativa, también ya en la parte operativa.
LSR: ¿Les pagan más a los hombres que a las mujeres?
EG: Actualmente yo recibo el mismo sueldo que un hombre en donde yo estoy. La oportunidad que yo he tenido de platicar con algunas mujeres y me dicen también, a mí me pagan lo mismo que supervisor de al lado por las mismas funciones, hasta ahorita, directamente no me ha tocado encontrarme con alguien que diga sabes que a mi me pagan menos por ser mujer. No dudo que exista, pero no me ha tocado verlo.
LSR: ¿Qué le haría falta a la mujer en la industria?
EG: Algunas de las cuestiones laborales sí deberían enfatizarse en cuestión de una mujer, al final del día hay que reconocerlo físicamente nunca vamos a tener la condición de un hombre, tan sencillo no hay que pelearnos, en realidad es no es como que yo tenga un acuerdo con ni pareja y nuestro primer hijo lo tiene él y se embaraza él, no se puede. Fisiológicamente eso no es.
Soy consciente de que hay situaciones en dónde requiero que un hombre o una persona más me apoye para poder incluso levantar o mover algún equipo. Llegué a un punto en que no me podía negar a lo que físicamente soy: una mujer.
LSR: ¿Qué consejos le das a las mujeres para que estudien alguna ingeniería?
EG: Que se enfoquen en lo que les gusta. Lo que les llene, en cualquier profesión te vas a encontrar piedras en el camino, y cuando hablo de piedras no hablo específicamente de hombres, no hay una situación particular, es hablar de situaciones, de celos profesionales, y no siempre vienen de hombres sino también vienen por parte de nosotras, las mismas mujeres, sin dañar un tema susceptible, pero dice por ahí: que las mujeres juntas ni difuntas, me ha tocado ver que quien podría generar una situación negativa para una mujer es otra mujer.
LSR: ¿Crees en la igualdad?
EG: Sí. Creo que todavía como país nos hace falta poquito en esa cuestión, vamos avanzando.
LSR: ¿Cuál es la mujer que más admiras en este mundo, en esta vida?
EG: A mi madre. Es muy fuerte, muy Inteligente.
LSR: ¿Cómo se llama tu mamá?
EG: Leticia Padilla Gómez.
LSR: ¿Qué le dirías a tú mamá ahorita si la tuvieras de frente?
EG: Que siempre ha trabajado mucho, siempre nos ha dado lo mejor, y todavía a pesar de que soy una persona independiente, que estoy casada, es una persona que siempre está al pendiente, muy dadivosa, es una que siempre está dispuesta a quitar el pan de la boca por dártelo. Una de las mujeres que más admiro es a mi madre, a mis abuelas, a mis tías, te digo vengo de un legado de mujeres muy fuertes.
“Mujeres que se han abierto camino y que un no ha significado, un no es aquí, pero vámonos por el otro lado, nunca he escuchado que digan no se puede”