En estos días, platicando con amigos y seres queridos, me he dado cuenta de que muchas personas enfrentan una fuerte presión por hacer fiestas infantiles y de cumpleaños cada vez más grandes. Todos me cuentan lo mismo y se sienten mal porque no pueden hacer algo igual para sus hijos. Fiestas con grupos musicales, magos, payasos, banquetes.... ¡Es como una competencia que nos presiona!
Vivimos en una sociedad donde el consumismo está muy arraigado. En todo momento nos invitan a gastar dinero. Nos venden la idea de que necesitamos más cosas para ser felices. ¿Un pantalón? ¡Compra cinco! ¡Un refri nuevo cada año! La publicidad nos bombardea con productos que supuestamente nos harán la vida más fácil, pero ¿realmente es así?
Las redes sociales tampoco se quedan atrás, exhibiendo vidas perfectas y haciéndonos sentir que nos estamos perdiendo de algo. Nos muestran que la gente está estrenando, viajando, comiendo en los mejores restaurantes y por supuesto que las expectativas sociales de tu grupo social, te dicen que si no haces lo mismo, probablemente dejarán de aceptarte.
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La presión de encajar y de mostrar una imagen determinada nos lleva a gastar más de lo que necesitamos.
Para contrarrestar esta presión, te compartiré cinco estrategias para que sepas dónde invertir tu dinero de manera inteligente. En dónde si vale la pena endeudarse y cómo evitar endeudamientos innecesarios por presiones sociales que te pueden generar estrés financiero y hacerte sentir que no estás logrando tus objetivos.
Para prevenir la presión social, hay que desarrollar una mentalidad crítica frente al consumo.
1. Establece prioridades financieras
Clarifica qué es lo verdaderamente importante para ti y tu familia a largo plazo. ¿Un viaje inolvidable o un gasto impulsivo? Quizás un viaje a la playa, a una ciudad histórica de México o un viaje internacional sea más placentero para ti y tu familia que gastar miles de pesos en una fiesta que te puede dejar un buen sabor de boca, durante tres o cuatro días. Sin embargo, un viaje te brindará recuerdos duraderos y experiencias que enriquecerán tu vida. Prioriza tus finanzas e invierte en tu futuro.
Recuerda que cada vez que compras algo, esa sensación de nuevo se escapará a los tres o cuatro días.
2. Practica el minimalismo
Haz más con menos. No se trata de privarte, sino de consumir de manera consciente. Antes de cada compra, haz una pausa y pregúntate: ¿Esto aporta un verdadero valor a mi vida y a mi familia? ¿Es una necesidad o un deseo impulsado por la sociedad? Disfruta de los placeres de la vida, pero hazlo de forma intencional y sin sentirte obligado a cumplir expectativas ajenas.
Evita los gastos impulsivos y prioriza lo que realmente te importa.
¿En verdad, esa cena majestuosa de ocho platos con cervezas y vinos, te dará un beneficio real o solamente es porque tus amigos están publicando en sus redes sociales que fueron a ese restaurante y no quieres quedarte atrás?
Claro que se vale ir a buenos restaurantes, gastar dinero en tu familia. Pero cuidado si lo haces por presión social y porque te sientes obligado a presumir en tus redes. ¡Detente, no lo hagas!
3. Crea un presupuesto
Planifica tus gastos mensuales para evitar decisiones impulsivas, motivadas por la presión social. ¿Sientes presión porque tu prima compró una mesa para su comedor y subió fotos en redes sociales? Un presupuesto te ayudará a controlar tus gastos, priorizar lo que realmente necesitas, vivir con tranquilidad y disfrutar tus logros. Si solo tienes 3 mil pesos al mes para gastar en tonterías o en comida, ¡así debe ser!
¡Toma el control de tu dinero!
4. Desconecta de la comparación social
Las redes sociales pueden generar mucha presión. Si te abruma ver las vidas perfectas de otros en Instagram, TikTok o Facebook, haz una pausa. Enfócate en tus metas y en lo que te hace feliz.
Evitar la comparación te ayudará a reducir la ansiedad. Además, puede ser una señal para buscar nuevos desafíos o cambios en tu vida. ¿Por qué no aprovechar esa inspiración para tomar acción? Tal vez, es momento de que dejes tu trabajo y hagas un emprendimiento o a lo mejor puedes buscar otra oportunidad laboral en un nuevo sector, porque deseas hacer las cosas de una manera totalmente diferente.
¡Tu vida es única!
No la desperdicies comparándote con los demás.
5. Rodéate de personas con valores similares
Al final, la presión social es un reflejo de nuestro entorno. Si te rodeas de personas que valoran la sencillez, el ahorro, el equilibrio financiero y una familia unida, notarás que sus acciones reflejan estos valores. No se dejarán llevar por compras impulsivas o por la necesidad de encajar.
El entorno en el que te desenvuelves influye en tus hábitos de consumo.
Observarás cómo tu propia presión social para gastar en cosas innecesarias disminuye. Las personas que te rodean valorarán más experiencias como un día de campo, una tarde cocinando en familia o un viaje planeado con anticipación. En lugar de gastar en lujos efímeros, ahorrarán para disfrutar de experiencias significativas como un viaje a un paraíso mexicano.
Todos hemos sentido en algún momento la presión de gastar para ser como los demás. Es importante reconocer esta tendencia y tomar medidas para evitar caer en ella. Al implementar estos consejos, podrás tomar decisiones de compra más conscientes y ahorrar dinero a largo plazo.
Gastar dinero que no tienes para que otros te acepten en su círculo, te llevará a endeudarte de manera loca.
Se vale endeudarse para invertir en activos como un negocio, un terreno o una casa puede ser una decisión acertada. Sin embargo, si te sientes presionado a gastar por los demás, es momento de establecer prioridades financieras claras, crear un presupuesto, desconectarte de las redes sociales, y rodearte de personas que compartan tus valores.
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