León.- "Nomás" no. Los comerciantes que fueron retirados de la Miguel Alemán no aceptan tratos: se niegan a reubicarse. A pesar de múltiples intentos de negociación por parte del gobierno municipal, la gran mayoría de los comerciantes que operaban en la avenida Miguel Alemán y calles cercanas se mantienen en tensión con la alcaldesa Alejandra Gutiérrez Campos.
De los 289 comerciantes contabilizados originalmente en la zona, sólo 29 contaban con permiso vigente, mientras que 260 operaban de manera irregular. A pesar de haber recibido diversas propuestas para su reubicación, solamente cinco vendedores aceptaron el cambio, lo que representa apenas el 2% del total.
La manzana de la discordia: el primer cuadro de la ciudad
La insistencia de los comerciantes por permanecer en el primer cuadro de León ha sido el principal obstáculo. Según la alcaldesa Gutiérrez, la petición no es viable desde el punto de vista legal ni operativo.
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“No se trata de un tema de voluntad. Legalmente no es posible que continúen ahí. Les hemos ofrecido múltiples opciones, no una ni dos, y se han documentado desde hace tiempo”, expresó la presidenta municipal.
Las autoridades municipales han defendido el proceso de reordenamiento urbano en esa zona como parte de una estrategia más amplia de movilidad, seguridad y recuperación del espacio público. “La Miguel Alemán ya no es funcional como corredor informal. Las condiciones de la ciudad han cambiado y necesitamos adaptar el uso del espacio a las nuevas necesidades”, señaló Gutiérrez.
Reordenamiento con resistencias
Desde finales de 2023, el municipio de León ha intensificado los operativos de inspección y retiro de puestos no autorizados en el centro. Según fuentes del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN), el crecimiento desordenado del comercio informal ha tenido impactos en la movilidad peatonal, la imagen urbana y la percepción de seguridad, factores clave en la actual estrategia de renovación del centro histórico.
El gobierno municipal ha planteado opciones como su reubicación en mercados existentes, espacios adaptados en zonas aledañas y apoyo económico para la transición. Incluso se ha analizado la posibilidad de instalar a algunos vendedores en estacionamientos cercanos, según indicó recientemente María Fernanda Rodríguez, titular de la Secretaría para el Fortalecimiento Social. Sin embargo, estas opciones aún están bajo revisión.
Autoridades se enfrentan a la presión social
La situación también ha generado críticas desde sectores sociales que consideran que las autoridades deberían ser más sensibles con los vendedores, pues muchos de ellos dependen completamente de ese ingreso diario. Por su parte, la administración local insiste en que los operativos no son una medida de confrontación, sino una necesidad urbana que se ha postergado durante años.
La alcaldesa también destacó que la respuesta ciudadana al reordenamiento ha sido en su mayoría positiva, lo que refuerza la visión de una ciudad más ordenada y segura:
“La gente lo ha notado. Nos lo han dicho. Quieren un centro más limpio, más seguro y más accesible”.
¿Qué sigue?
El diálogo continúa en medio de la presión social y los intereses contrapuestos. Por ahora, la intervención en Miguel Alemán parece marcar un precedente para futuras acciones similares en otras zonas del municipio.
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FN