León, Guanajuato.- En 2025, Carlos “Gullit” Peña, de 35 años, ha cambiado el arco de sus logros en la cancha por el reto de formar nuevas generaciones. Su nombre, que una vez resonó en las gradas del León bicampeón y en la Selección Mexicana, hoy se vincula a su Gullit Academy, ubicada en Los Ángeles, California.
Tras un cierre turbulento de su carrera profesional —con pasos por la liga de Siria y Emiratos en 2024— Peña decidió bajarse del profesionalismo activo. En agosto de ese año, dejó el Hutteen SC de Siria y comenzó un proceso de redirección personal y deportiva.
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Hoy, su vida gira en torno a su academia juvenil. La Academia Gullit Peña, inscrita en la UPSL (United Premier Soccer League), presume un impresionante récord de 7 victorias, 2 empates y 37 goles en la temporada de primavera de 2025 en la región SoCal North . El equipo no sólo compite: convence, destacándose como un referente en su división.
Peña no se limita a un papel decorativo. En su cuenta de Instagram oficial comparte los avances de los jóvenes futbolistas y la intensa dinámica de entrenamientos y partidos, reflejando su convicción por la enseñanza y el desarrollo técnico de talentos emergentes.
Desde su retiro, el Gullit adoptó un estilo de vida más equilibrado. Alejado del alcohol y los excesos, abiertamente afirma que “esa etapa de mi vida y ese vicio que traía atrás, lo estoy superando”, según una entrevista con ESPN. Recupera la disciplina y compagina su labor como entrenador con su papel de mentor moral para los jóvenes.
Además de la academia, el Gullit vuelve a pisar el césped en torneos amateurs en México. En 2024 participó con el equipo Altos de Morelos en la “Copa Agustín Alonso”, mostrando que su instinto competitivo sigue encendido.
Su imagen pública también ha dado un giro. Quienes antes lo asociaban con polémicas por fiestas y escándalos, ahora lo ven como una figura comprometida con el cambio. En sus propias palabras, “no me arrepiento de nada… quiero seguir jugando fútbol… estuve haciendo rehabilitación”.
Su trayectoria, un arco que va de promesa interrumpida a mentor resurgente, ofrece una historia de redención. El futuro cercano podría traer más logros para su academia: ascenso dentro de la UPSL, expansión de sus programas, y posiblemente volver a México, esta vez como entrenador, no como jugador.
Carlos Peña ha comprendido que la grandeza no termina con sus últimos minutos en el campo profesional: la suya ahora se mide en vidas inspiradas y sueños formados. Y así, el “Gullit” renace, en cada pase, en cada entrenamiento, en cada joven que sueña con alcanzar lo que él una vez tocó.
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