León.- Una gran mayoría de quienes siguieron la trayectoria como futbolista de Carlos “Gullit” Peña lo recuerdan como uno de los jugadores más talentosos del futbol mexicano, aunque algunos también por su afición a las bebidas alcohólicas que le generaron fuertes críticas, sin embargo, pocos conocen lo difícil que fue para él llegar a ser un jugador de Primera División.
En diversas entrevistas para los comunicadores de deportes, dio a conocer que provenía de un hogar humilde, donde a veces alcanzaba la comida y otras veces no, sin embargo, creció rodeado de amor, por sus padres y 4 hermanos mayores.
Su papá era entrenador de box y aunque quería verlo metido en ese deporte, a él le gustaba más jugar futbol, al igual que sus 4 hermanos, quienes no tuvieron la oportunidad de jugar de manera profesional, cuando fueron convocados por los Tigres, debido a la falta de recursos en su familia.
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Todos sus hermanos formaron incluso el equipo Deportivo Peña, en Ciudad Victoria, donde él también formaba parte.
Cuando tenía apenas 8 años, lo vio jugar el visor del Pachuca Ángel “El Coca” González y le dijo que le gustaría que fuera parte de los talentos de ese club, sin embargo, a su corta edad todavía no había grupos de formación en la capital hidalguense y hasta que cumplió los 13 años, el mismo visor lo invitó a probarse y aceptó.
Sus papás, Marcelino Peña Reyna y Juana María Rodríguez Castro, le dieron el apoyo al jugador que siempre acostumbró el cabello largo, aunque a los 17 años decidió casarse y se le complicó su sueño de llegar a ser futbolista de Primera División.
“Gullit” Peña habló con “Coca” y con la dirigencia de Pachuca en busca de una solución, ya que pensaba salir del plantel donde esperaba la oportunidad de jugar para irse a trabajar y darle el sustento a su familia, aunque el visor y la directiva del Club lo apoyaron para quedarse, lo mismo que su esposa y su familia.
El entrenador Andrés Fassi le dio el apoyo, lo mismo que Jesús Martínez Patiño, y le ofrecieron un sueldo que le permitió empezar su carrera como futbolista de Primera División.
Ha manifestado que no fue fácil, a los 13 años, irse de su casa, dejar sus juegos de niño para ir en busca de su sueño, estar solo, empezar a lavar su ropa, cuidar sus pertenencias, alejarse de su familia y verlos una vez al año, aunque el deseo de jugar en Primer le ayudaba a superar las pruebas que se encontró en el camino.
A manera de respuesta a quienes lo han cuestionado por su adición al alcohol, ha dicho que la gente no sabe nada sobre los problemas que los futbolistas profesiones atraviesan durante su carrera, ya que sólo esperar verlos jugar de manera excelente, aunque están en su derecho, porque para eso pagan un boleto.
En alguna de sus últimas entrevistas ha reafirmado que tuvo una infancia muy bonita, se divirtió jugando a lo que más le gusta, el futbol, y se sigue divirtiendo, aunque ahora, ya retirado de las canchas, enseñando a los niños a jugar en su “Gullit Academy” que tiene su sede en Los Ángeles, California.
Sólo para recordar
“Gullit” Peña debutó profesionalmente en 2009 con el Club Pachuca, aunque alcanzó su mejor nivel con el León, donde fue pieza clave en el ascenso a Primera División y en la conquista del bicampeonato de Liga MX (Apertura 2013 y Clausura 2014) bajo la dirección de Gustavo Matosas. Su desempeño lo llevó a la selección mexicana.
Posteriormente, jugó en equipos como Chivas, Rangers de Escocia, Cruz Azul, Necaxa y varios clubes en Centroamérica y Emiratos Árabes. Sin embargo, su carrera estuvo marcada por altibajos debido a problemas extracancha.
Sus logros:
Bicampeón de Liga MX con León (Apertura 2013 y Clausura 2014).
Convocado a la Selección Mexicana en el Mundial de Brasil 2014.
Campeón de Copa MX con Chivas (Clausura 2017).
Participación en la Copa Oro 2013, donde México llegó a semifinales.
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