León.- Han pasado ya 7 años en que demolieron desde sus cimientos el Estadio La Martinica, arrasando con el campo de futbol, oficinas, sanitarios y todos los pequeños locales que se encontraban en el interior, salvando sólo el mobiliario y los trofeos del último equipo de casa, el desaparecido Unión de Curtidores.
El lugar se encuentra en completo abandono, protegido por una barda perimetral compuesta por muros de concreto que formaban parte de las construcciones y del acceso al estadio, además de láminas galvanizadas que se encuentran afianzadas con alambres oxidados.
En el recuerdo quedan los gritos de los aficionados, junto con los del técnico Antonio “Tota” Carbajal empujando a sus jugadores, y un espacio olvidado donde depositaron las cenizas del máximo goleador de todos los tiempos del Club León, Adalberto “Dumbo” López, fallecido en en 1996.
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Fue el 22 de mayo de 2017 cuando iniciaron las obras de demolición del estadio, mismas que se interrumpieron por la falta de permiso de Desarrollo Urbano, por lo que hasta el 30 de mayo de 2017 empezó a desaparecer este importante espacio deportivo.
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En la actualidad, lo que empezó a convertirse en un terreno baldío es ahora un muladar, con restos de piezas de concreto, hierba, basura, roedores y mosquitos, aunque, dentro de todo los negativo, tiene algo de especial, por la presente temporada de lluvias está convertido todo el espacio interior en área verde, con algunos árboles pequeños que, de pasar más tiempo los ahora arbustos crecerán para convertirse en árboles, por lo que, si los proyectos de alguna construcción se tardan en iniciar, deberán contar con permiso para derribarlos.
Las láminas galvanizadas que rodean el lugar van desde el Malecón del Río hasta una parte de la calle Antonio Carbajal, donde se juntan con los muros de las construcciones que dan vuelta hasta la calle San Sebastián, que, si se tardan en derribarlas podrían hasta derrumbarse por sí solas.
El sitio se encuentra solitario y por las noches en penumbras, con su único habitante, el velador y cuidador del lugar, Don José.
Sede de 3 equipos
En lo que ahora es un monte, alguna vez estuvieron dentro de a cancha jugadores de los equipos San Sebastián, Unión de Curtidores y el León, antes de construirse el Nou Camp (1965-1967), además de otros equipos de Segunda y Tercera División, además de ser escenario de conciertos de artistas famosos del momento.
Cuando el León tuvo su propio estadio, La Martinica fue la sede del Unión de Curtidores hasta el 2013, ya que posteriormente empezó a registrar fallas estructurales que podrían poner en riesgo a los asistentes.
¿Qué van a construir?
Los vecinos de lugar no saben nada sobre el destino que le darán al terreno, algunos señalan que todo sigue en rumores desde hace 7 años sobre de que se construirá en el lugar una plaza comercial o un edificio de departamentos, con especulaciones incluso de la edificación de un Walmart.
Quien más podría estar enterado sobre esto es el señor Reynaldo Hernández, dueño actual de la caseta de tortas “El Indio Triste”, negocio que acompañó en las cercanías durante todo el tiempo de existencia al Estadio La Martinica, quien señaló:
“Lo último que he escuchado que proyectan hacer un centro comercial y arriba departamentos, aunque desde que empezaron a derribar todo no se ha tenido la presencia de trabajadores para iniciar alguna construcción”.
Cabe mencionar que entre los años 1946 y 1995 los equipos Curtidores y León ocuparon este estadio, y la caseta del Indio Triste se instaló en 1950 en el Malecón del Río, casi esquina con Prolongación Calzada, después se cambió a la esquina de Malecón y Antonio Carbajal, y actualmente se encuentra, después de 74 años, en la calle San Sebastián, local que iniciara Don José Lozano y lo heredara a Reynaldo, por lo que esta tradicional caseta, que se estableció por los alrededores del Estadio La Martinica, es lo único que sobrevive en las cercanías de lo que un día fue un centro de reunión de miles de leoneses y visitantes.