León.- La historia del Pasión y Muerte de Cristo cobró de nuevo vida este 29 de marzo en el Barrio de San Miguel, con el tradicional Viacrucis Viviente que lleva ya más de 100 años de ser escenificado cada Viernes Santo, procesión religiosa en la que participan cerca de medio centenar de actores y de miles de espectadores ubicados en un recorrido de alrededor de 5 horas.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
Los asistentes y los actores, donde el papel principal le pertenece a Ray Israel Villegas, en su personaje del Cristo de San Miguel, se dieron cita a las 10:30 de la mañana en el jardín del barrio, de donde se trasladaron a la calle Independencia, esquina con la calle Río Bravo, para iniciar una delas procesiones más importantes de León.
Te podría interesar
Entre calles y casas decoradas con flores e imágenes de la Virgen Dolorosa, se realizó la escenificación, cuando Cristo, después de ser condenado a muerte, cargó su cruz, al igual que dos ladrones, empezó a caminar entre burlas y azotes de los soldados romanos, provocando tristeza e indignación por quienes presenciaban el recorrido.
La Primera Caída se dio, como es tradición, en la calle Independencia con Río Balsas, cuando la cruz que pesa alrededor de 70 kilos le cayó encima a Jesús.
Te podría interesar
El recorrido siguió por la Independencia, lento y con agonía, Jesús siguió su suplicio hasta llegar al Templo de Auxilios, donde cayó por segunda ocasión.
A pocos metros de la Segunda Caída se realizó la Tercera y es ayudado enseguida por Simón de Cirene.
Ray Irsael se levanta y da los últimos pasos de su recorrido hasta llegar de nuevo al jardín de San Miguel, donde esperaban las 3 cruces, para Jesús, Dimas y Gestas, y los crucificaron.
Esta representación incluye la escena más dramática y sentida del viacrucis, más que los azotes y las caídas en el trayecto, fue cuando los soldados romanos bajan a Jesús de la cruz y lo colocan en los brazos de la Virgen María, quien limpió su cuerpo, lo acarició y besó, antes de proceder a sepultarlo.
De esta forma, la tradición se mantiene viva en este de los más antiguos barrios de León.