León.- Ray Israel Villegas, a sus 45 años de edad, consideró el año pasado retirarse de la representación de Jesucristo en el tradicional Viacrucis Viviente del Barrio de San Miguel debido a problemas de salud, después de haberlo personificado por 17 años, aunque este jueves afinaba ya solamente los detalles de vestuario para cargar de nuevo la cruz mañana Viernes Santo.
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El Cristo de San Miguel se dedica a la fabricación de botas en un taller familiar y los fines de semana enseña futbol a los niños y jóvenes de su barrio.
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Esta representación de Viernes Santo tiene ya más de 100 años en este populoso barrio y la personificación de Cristo se ha vuelto en los últimos 33 años en una tradición familiar, ya que Ray Israel cumplirá este viernes 18 años de hacer la representación del personaje principal de este evento religioso, después de que tomó la estafeta que le dejó su hermano Martín, quien fue el Cristo de San Miguel por 15 años y, ahora, según comentó para La Silla Rota Guanajuato, “pienso pasarle la estafeta a mi hijo Ray Israel, a quien le dicen ‘El Rayito’, aunque habrá que esperar un poco, ya que apenas tiene 13 años”.
A pregunta expresa manifestó:
“Siento la misma fe y devoción que hace 17 años, aunque ahora me preparo como si fuera la primera vez, con algo de nerviosismo e incertidumbre por hacer lo mejor posible el papel de Cristo, aunque tengo la confianza puesta en Dios para que todo salga bien”.
Sobre su preparación para el evento de mañana, señaló:
“En lo espiritual es importante trabajar todo el año y en lo físico la preparación especial la empecé hace un mes, ya que al cargar la cruz habrá que soportar las rodillas, que tengo algo lastimadas, y he mejorado de una afección de asma que tenía al seguir un tratamiento de asma, por lo que estoy listo para mañana”.
Dijo que su principal apoyo para la personificación de Cristo la recibe de su esposa Norma Cecilia Ramírez Barrón, con el impulso de sus hijos Ray Israel de 13 años y Cesarín de 7.
Se le preguntó sobre si en los 17 años anteriores había sufrido algún accidente en su escenificación, a lo cual dijo:
“En una ocasión se me clavaron las espinas en la cabeza al contacto con la cruz, también me fracturé una vez una costilla al caerme encima la cruz, lo mimo que machucones en las manos, pero fueron lesiones menores”.
Ray Israel se dijo listo para mañana, para en punto de las 10:30 de la mañana recibir la sentencia y los azotes en el Jardín de San Miguel, de donde partirán a la esquina de la calles Rio Bravo e Independencia, de donde empezará a cargar la cruz por un trayecto de casi 5 kilómetros, hasta volver al Jardín para terminar crucificado.