León, Guanajuato.- El pasado 28 de diciembre, el Templo de San Judas Tadeo en León, fue escenario de una multitudinaria celebración en honor al santo de las causas difíciles. Desde tempranas horas, cientos de fieles se congregaron en el recinto, muchos de ellos ataviados con el tradicional atuendo blanco y verde característico de San Judas Tadeo, incluyendo hombres, mujeres, niños e incluso bebés, como muestra de devoción o en cumplimiento de promesas.
La festividad, que generalmente se celebra el 28 de octubre, tuvo una conmemoración especial en diciembre, reflejando la profunda fe de la comunidad local. Los asistentes se agolparon frente al altar principal para encender veladoras como ofrenda al santo, llenando completamente el espacio destinado para estas muestras de fe.
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Durante la misa, el evangelio y el sermón estuvieron centrados en la Sagrada Familia, destacando sus virtudes como modelo a seguir para las familias contemporáneas. El sacerdote enfatizó la importancia de la unidad, el amor y la fe en el hogar, invitando a los presentes a emular las cualidades de Jesús, María y José en su vida diaria.
Al finalizar la ceremonia, los devotos compartieron de manera gratuita diversos alimentos y recuerdos religiosos, incluyendo pan, dulces, postres, galletas e imágenes de San Judas Tadeo, fomentando un ambiente de comunidad y solidaridad entre los asistentes.
María Ruíz, una de las feligresas presentes, compartió su testimonio: “Mi San Juditas ayudó a mi hijo a salir de las drogas; estaba bien perdido en esos vicios y yo le encomendé a San Judas que si me ayudaba con eso, yo cada día 28 iba a venir vestida de San Judas junto a mi hijo a celebrarle su día. No importa lo que pase, yo voy a venir a misa cada 28 y a esparcir la palabra de San Judas con todos; él me ayudó y yo le voy a estar agradecida para siempre”.
Otro caso destacado fue el de Mario Aguirre, quien cargaba a su bebé vestido de San Judas en sus brazos. “Yo amo a mi San Juditas; ayudó a mi niño que nació con problemas respiratorios. Un día llegó de sorpresa a mi vida a través de una imagen que me dio mi suegra y desde ahí no he parado de rezarle, de pedirle por la sanación de mi niño y, como si de un milagro se tratara, mi niño ha sanado de su enfermedad. Siempre voy a estarle agradecido”, expresó Aguirre.
La celebración en el Templo de San Judas Tadeo reflejó la profunda devoción de la comunidad leonesa hacia el santo, consolidando su fe y fortaleciendo los lazos familiares y comunitarios a través de la espiritualidad y la tradición religiosa.
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