León.- Un adulto que jugaba con pirotecnia en la colonia San Juan de Abajo sufrió un accidente que le costó la pérdida de la mano derecha, ante la sorpresa y angustia de sus familiares, quienes se divertían con los explosivos la noche del martes.
A unos días de que se conmemore el Grito de Dolores, la venta de productos de pólvora prolifera en la ciudad, principalmente en las colonias de la periferia, y está al alcance de chicos y grandes, y en esta ocasión la víctima del descuido fue una persona de 45 años de edad.
El accidente ocurrió a las 21:15 horas de este 12 de septiembre aproximadamente en la vía pública, sobre la calle Limones, a unas cuadras de la autopista León-Aguascalientes. Luis y su familia habían comprado cohetones en una tienda de la colonia; palomas, petardos y buscapiés eran quemados por niños y adultos, en esta ocasión bajo la supervisión de personas grandes, aunque ahora la tragedia recayó en uno de los mayores.
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Luis sostenía un cohetón en la mano derecha y lo encendió con un cigarro que tenía en la izquierda; la mecha se consumió pero el artefacto parecía haberse “cebado” y el hombre se confió en que ya no explotaría.
No fue así, y la pieza le estalló en la mano, llevándose piel, cartílago, hueso y músculo, tras de lo cual una fuerte hemorragia sobrevino. Un torniquete aplicado oportunamente por una de las personas presentes evitó que el hombre se desangrara, y más tarde acudieron paramédicos para brindarle los primeros auxilios.
En el Hospital General, a donde fue llevado el herido, los médicos determinaron que la mano no podía ser salvada, pues quedó totalmente destrozada.
Burlan a las autoridades
Corresponde a Protección Civil del municipio controlar la venta de estos artefactos; mediante operativos, los inspectores impiden que se expendan de forma irregular o sin permiso. Sin embargo, los comerciantes se las ingenian para burlar a las autoridades.
Una de las prácticas desarrolladas por los fabricantes de pirotecnia es disfrazar sus productos con figuras de juguetes o de personajes, o hasta diseñadas de forma que parezcan productos comestibles, como dulces o botanas, aumentando así su peligrosidad al ser más apetecibles para los niños.
cv