León.- Tienen el aspecto y el etiquetado de una sopa Maruchan, de dulces de Bob Esponja o de Hulk, pero en realidad son explosivos que circulan en la ciudad y que ponen en peligro a los niños leoneses. Con el inicio de las posadas y la proximidad de las fiestas de Año Nuevo, las autoridades han intensificado sus operativos de supervisión y campañas de prevención para evitar tragedias.
La dirección de Protección Civil lanzó una cruzada en contra de estos peligrosos productos, de los que el pasado fin de semana decomisó 14 kilos.
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Más modernos, más peligrosos
Los viejos buscapiés, brujitas, palomas y chifladores dueron paso a artefactos de cohetería que son elaborados con aspectos mucho más atractivos para los niños. La inocente cara cuadrada de Bob Esponja oculta el riesgo de llegar incluso a perder dedos o la mano completa al tronar los explosivos que tienen la imagen de esa carictura.
Cada año, en los municipios de Guanajuato se aseguran cientos de estos artefactos explosivos mientras de manera paralela se informa de lesionados o incluso muertos que también incluyen menores de edad.
En la historia de Guanajuato, los accidentes ocasionados por este tipo de artefactos han sido fatales e impactantes. Décadas atrás, la explosión de un almacén de juegos pirotécnicos en Celaya dejó 70 muertos y algo de conciencia sobre el uso de estos aparatos, pero no la suficiente. La historia se repite cada año, aunque en menor magnitud: la de este año fue el caso de una familia muerta en un polvorín en Juventino Rosas.
Apenas el pasado 14 de diciembre, un par de niños de 11 y 13 años de edad resultaron gravemente lesionados en Valle de Santiago. Detonaron un artefacto que encontraron entre las pertenencias de un adulto, pero resultó que no era un cohete, sino un explosivo industrial. La explosión agujeró una barda y rompió vidrios de casas vecinas; los niños siguen graves en el hospital.
El disfraz
Una de las variedades viene con la apariencia de una sopa instantánea, con su vasito rotulado de Maruchan y su envoltura exterior de cartón. Es en realidad más dañino que esas sopas, pues su contenido es pólvora.
Otro es conocido como “cara de diablo”, por su figura triangular y el rostro maligno que tiene pintado. Su poder explosivo es capaz de agujerar un bote de fierro.
Unos más tienen la forma de un dulce de tamarindo, de los que vienen envueltos en hoja de maíz y con la forma de un pequeño tamal de colores.
El modelo “Hulk” corresponde en fuerza al personaje verde al que hace alusión, y cuya imagen amenazante aparece en las etiquetas. Este no oculta su verdadero contenido, pues luce una larga mecha amarilla. Es de los considerados más peligrosos por los expertos, que lo han probado con una cabeza de res o una sandía, las cuales quedan despedazadas como consecuencia de una explosión.
Y lo más peligroso de todas estas variedades de pirotecnia es que se pueden conseguir en las tiendas de cualquier colonia, todo de manera clandestina.
Protección Civil de León ha hecho este llamado a los padres de familia: “Recordemos que a pesar de tener aspecto de juguetes pueden llegar a ser muy peligrosos; por esto, como padres debemos tener cuidado de que nuestros hijos no tengan acceso a esto y reportar si vemos alguna situación de riesgo y llamar directamente a la línea de emergencia 911”.
Además de que los pequeños pueden confundirlos con dulces, la pirotecnia genera daños en la salud y tiene diversas repercusiones físicas; así como, puede generar angustia en niños con autismo.
Por otro lado, el uso de pirotecnia puede provocar que los animales presenten miedo, desorientación e incluso pueden llegar a lastimarse para lograr escapar.
cv