León.- Enrique Sosa estaba haciendo su trabajo. Le pidió a el empresario Miguel Ángel que pagara el costo del estacionamiento en el que el camarógrafo trabajaba, pero eso fue suficiente para enfadarlo y que reaccionara arrollando a Sosa causándole la muerte. El responsable huyó, pero reapareció. Hoy, en el aniversario luctuoso del camarógrafo su esposa dio a conocer que estaba negociando su entrega.
Esta mañana se realizó una misa en memoria de quien por 20 años se desempeñó como camarógrafo de TV4. Al finalizar, su esposa, entre lágrimas y con la voz quebrada recordó la vida y muerte de Enrique Sosa para después dar a conocer que el caso que pensaron había quedado impune podría cerrar con una luz al final del túnel.
Los hijos de Miguel Ángel García, un empresario comerciante de nopales y maíz con un rancho en Sierra de Lobos, se acercaron a la señora Rosa María Rodríguez Buendía para pedirle piedad por su padre. Dijeron que el asesino estaba enfermo y que quería regresar a León, confirmando lo que trascendió en aquellos días hace un año: Miguel Ángel huyó fuera del país para evadir la justicia.
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La negociación de su regreso a León
Pero ahora, lejos de su familia y con una enfermedad, pedía a la viuda, piedad para regresar a León y reunirse con su familia a un año de asesinar a su esposo. María Rodríguez señaló que no sabía si ya estaba en la ciudad o no, que eso lo estaba resolviendo sus abogados con la Fiscalía General del Estado de Guanajuato, pero que una de las condiciones para entregarse sería cumplir con arresto domiciliario.
Las cosas avanzan poco a poco para la familia que dejó el camarógrafo Enrique Sosa, pues la casa que le prometió el gobierno municipal y estatal ya está lista para ser entregada, solo faltan las escrituras.
Aún así, esto no es suficiente. La casa o el arresto del asesino no le devolverán a su esposo, señala la señora María Rodríguez. El consuelo es la tranquilidad económica que les fue compensada gestionar la entrega de la propiedad y el saber que el responsable podría entregarse.
Lo mató por 40 pesos
A Enrique Sosa lo mataron por 40 pesos. Según lo narrado por testigos, que luego fue corroborado por las cámaras de seguridad, el camarógrafo se acercó al empresario para cobrarle el costo del estacionamiento que eran 40 pesos.
El lugar donde estaban era el restaurante Rincón Gaucho, de donde, bajo presunto estado de ebriedad, el empresario salió momentos antes de comenzar a discutir con Enrique Sosa.
Se negó a pagar el costo del estacionamiento y arrolló dos veces al camarógrafo que por 20 años trabajó en TV4. Murió en el hospital momentos después.