SEGURIDAD, LEÓN

Aficionado a las motos y a los viajes: él era Ismael, el joven asesinado en restaurante Borregos

Botellas vacías, vacíos medio llenos de tequila y algunos platos vacíos formaban parte de la escena previa a su muerte. Así como terminó su vida, rodeado de amigos y de fiesta, fue como la vivió

Créditos: Especial
Escrito en GUANAJUATO el

León.- Ir a fiestas con sus amigos, celebrar en la playa, manejar motos acuáticas en el mar, conducir motocicletas por la ciudad y la emoción de andar en un auto lujoso por la calle eran actividades que hacían feliz a Ismael Morales hasta que fue asesinado en el restaurante Borregos el domingo pasado después de disfrutar las tardes con sus amigos como a él le gustaba, con mariachi, comida y tequila.

El domingo por la tarde fue a comer con sus amigos y amigas, pero la tarde se hizo larga entre mariachis y tequilas y terminó haciéndose noche en el lugar. Botellas vacías, vacíos medio llenos de tequila y algunos platos vacíos formaban parte de la escena previa a su muerte. Así como terminó su vida, rodeado de amigos y de fiesta, fue como la vivió.

Ismael era de esos jóvenes que buscaba siempre la oportunidad para viajar. Si había oportunidad y amigos con quien ir, era el primero en organizar unas vacaciones en la playa. A penas hace 2 semanas, Ismael compartió un video de los momentos más destacados de su visita a Mazatlán con amigos.

Hieleras llenas de botellas, razers esperándolos para recorrer la playa y los caminos de la ciudad, cocteles a lado del mar, arena y sol caracterizaron su último viaje con amigos donde hubo fiestas en yate y noches largas en el antro.

Pero por sobre todo, lo que más lo definía era su gusto por las motocicletas. Ismael pertenecía a un grupo de aficionados a las motos con varios amigos. A bordo de distintos modelos, el joven víctima de homicidio en Borregos vivía por la adrenalina de andar en moto por todos los caminos posibles. Montañas, terrenos arenosos, calles pavimentadas, lo que sea, Ismael lo probaba e intentaba dominarlo.

Isma, como le decían vivía así su vida: rápido. Él mismo decía que “el tiempo es dinero”, en redes sociales y trabajaba empeñado en construir el futuro que el deseaba procurando aprovechar cada momento.

Todo acabó el domingo, cuando a las 22:25 , mientras esperaban subirse a su auto después de pasar la tarde en el restaurante Borregos, un Jetta color blanco, llegaron 2 hombres encapuchados. De inmediato revelaron las armas que traían escondidas y le dispararon al grupo.

Isma murió rápidamente en el lugar. 

PR