León.- Los vecinos de la regularmente tranquila calle Noriega, en la colonia Obregón, pasaron de la curiosidad al pasmo cuando vieron llegar una camioneta oscura a su cuadra, y detenerse en la esquina con la calle Limbo. Del vehículo, una Jeep Cherokee, bajó un hombre vestido de negro y esperó a los tripulantes de un automóvil que venían atrás.
Esto ocurrió la noche de este lunes 15 de mayo. Se bajaron los del auto, que eran 2 individuos, el copiloto llevando un bidón de 20 litros con combustible, que en cuestión de segundos rociaron sobre la Cherokee y en su interior. Arrojaron un cerillo y cuando vieron que ya se había prendido la camioneta huyeron los 3 tipos en el automóvil.
Qué significaba aquello, los vecinos no sabían, pero varios de ellos, aun asustados, así acudieron con cubetas de agua para tratar de apagar el vehículo que ardía, en tanto que otros llamaron a los bomberos, quienes se desplazaron enseguida, con la cercanía de la estación de la calle Apolo, a unas cuantas cuadras del lugar del siniestro.
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Cuando los tragahumo mitigaban el fuego encontraron dentro de la camioneta los 2 cuerpos amarrados y mutilados, que estaban siendo presas del incendio.
Uno de los cadáveres estaba en la parte del equipaje, semidesnudo y con las manos atadas hacia la espalda. Al otro lo habían colocado en el asiento trasero, también amarrado de pies y manos.
Para los vecinos era anoche todavía un misterio la identidad de las víctimas, aunque supusieron que pudiera tratarse de habitantes de la zona cuyos restos fueron dejados ahí intencionalmente a manera de mensaje.
cv