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La melena inolvidable de Matías Britos ¿Qué fue del charrúa del León?

Matías Britos fue un héroe de leyenda, un jugador que tuvo un amor de esos que se recuerdan con el paso del tiempo, y la afición de León le corresponde con el recuerdo y la lealtad

Escrito en GUANAJUATO el

León-. Si algo tiene la afición de León es esa lealtad medieval que tiene para con los suyos, para quienes se entregaron en la cancha levantando el blasón del equipo León, y uno de ellos es el charrúa Matías Britos, quien heredó a los leoneses un bicampeonato, 2 estrellas de oro al escudo.

 El atacante uruguayo conoció la historia de la institución, supo que, al estar en León, se convertía en descendiente de jugadores uruguayos que jugaron para la fiera, algunos nombres como Carlos Miloc, Walter Daniel Mantegazza, Julio César Canessa, Mateo Figoli, Roberto Repetto, Luis Roberto Cánepa, Rubén Suárez, vistieron el color esmeralda.  

Llegó de Uruguay, extranjero y desconocido, de melena rizada y una sonrisa de dientes grandes, jugaba para el Atenas de San Carlos, Matías Britos Cardoso convenció a una afición leonesa que, como la naturaleza, es despiada e implacable en el momento en el que el jugador rival toca la pelota, Britos supo cómo amar a los de León: con goles. Formó una dupla entré él y el otro legendario: Mauro Boselli.

Una correspondencia amorosa

Britos y todo el equipo formado por Gustavo Matosas enamoraron a toda una afición, se correspondieron mutuamente, como un par de novios en la etapa del enamoramiento, solo que, en vez de cartas y encantadoras cajas de bombones, los jugadores regalaron dos campeonatos consecutivos: 2013 y 2014, Britos formó parte de ese inolvidable noviazgo en el que hubo ovaciones, instantes de felicidad desmedida.

Dos depredares, dos leones de la Sabana leonesa

Mauro Boselli y Matías Britos formaron un ataque certero y eficaz para la ofensiva del equipo León

Matías Britos y Mauro Boselli fueron dos leones impiadosos con la red del equipo contrario, fuero una dupla temeraria en el terreno de juego.

Matías Britos le dijo adiós a la afición leonesa el 3 de junio del 2014 en un Draft de la Liga MX, partió para jugar para el Pumas, pero el uruguayo se volvió un amor inolvidable, de esos de verano, que marcan para toda la vida.

Llegó a Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México y la afición capitalina también lo amó, después de una dura lesión los del Pumas le tuvieron devoción, fue titular, luego subcampeón en el Apertura 2015 y en la Copa Libertadores del 2016.

Britos se ganó la titularidad y estuvo con Pumas hasta el año 2017, en el torneo de Apertura de ese año. Pumas lo dejó ir, Britos emprendió el viaje hasta Arabia Saudita en donde jugó para el Al-Hilal. Britos se fue de México, pero hizo historia con el equipo y la ciudad de León, la que siempre será su casa como todo un leonés.

La aventura desértica de Matías Britos solo duró 6 meses en el país de Asia Occidental, luego volvió a México en 2018 para formar parte de las filas de los Gallos Blancos. Matías, el legendario gladiador del equipo León, llegó a jugar en el Ascenso MX para el Correcaminos UAT, su nivel y condición disminuyeron, como la condición humana de todos los jugadores de futbol del mundo. Los leoneses siguen leales al charrúa Britos.

Un amor correspondido

Dejó México en 2019, pero siempre amó el futbol, siempre llevando en el corazón a México y al León, como quien guarda una caja repleta de recuerdos, como el recuerdo de un antiguo amor que no se olvida. Llegó para jugar para el Peñarol, actualmente juega en su equipo de donde partió para León el Atenas de San Carlos en la Segunda División de Uruguay.

Matías Britos tiene 35 años, juega para el Atenas de San Carlos en donde este año expira su contrato, en León hizo historia, su amor con la afición de León siempre será correspondido.