GUANAJUATO CUNA DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO

Un minero de Guanajuato, como El Pípila, en la misma mina, pero 215 años después

Natividad fue minero en dos siglos: el XX y el XXI, también es habitante de Mellado como lo fue El Pípila, también fue minero como el famoso insurgente que cargó a su espalda una loza de cantera para quemar la puerta de la Alhóndiga de Granaditas en 1810

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Guanajuato-. Sentado en una banca de cemento, a la sombra de un fresno: Natividad Ávalos Álvarez disfruta de una tarde soleada en la alameda del poblado de Mellado de donde es originario El Pípila que fue minero como él, solo que dos siglos después gozando de una apacible jubilación y una pensión.

 Así es Mellado: está en la cima de un cerro, rodeado de casas y de montañas, como todo Guanajuato, a la puerta de los bosques de encino de la Sierra de Santa Rosa. De allí era El Pípila y sus compañeros mineros que dejaron el fondo rocoso de las minas para unirse a las huestes de Don Miguel Hidalgo y Costilla, para protagonizar la primera batalla de la Independencia de México.

Natividad un minero del Siglo XX y XXI

Natividad goza de una jubilación y una pensión, sus antecesores hace dos siglos lucharon para que él y las generaciones posteriores tuvieran libertad, prestaciones y mejores condiciones de vida, a los mineros del México antiguo, si es que sobrevivían, no se les permitió una jubilación, ni una prima vacacional como ahora: “Fui minero, estoy pensionado, duré 31 años y medio trabajando en la Mina de rayas. Tengo 67 años voy para los 68”, relató a La Silla Rota.

Natividad Ávalos Álvarez fue minero durante más de tres décadas, disfrutaba de una tarde en el parque central el pueblo de Mellado

Natividad desconoce en qué punto de Mellado vivió El Pípila: “No lo sé, pero él estuvo trabajando aquí”. Rememoró sus años de trabajo en la Mina de San Juan de Rayas que está cuesta abajo, ahora es un mirador, en donde se aprecia la vista panorámica de la ciudad de Guanajuato y el Cerro de la Bufa: “Pues estuvimos trabajando hasta con pura cubeta y pala, desde antes, no había maquinaría y había pura cubeta, llenábamos los carritos con pura pala y cubeta”.

Todavía, 475 años después de descubierta la beta del mineral en 1550, se siguen extrayendo metales, dijo Natividad el minero: “Se saca oro y plata, más plata que oro, sí hay poco (oro), plata es lo que hay más”. Natividad explica que los minerales están mezclados en la roca: el plomo, el fierro, la plata y el oro.

En tiempos anteriores cuando El Pípila trabajaba dentro de este tiro de mina en San Juan de Rayas, las condiciones eran adversas e inhumanas: “Cuando El Pípila estaba se sacaba en canastos, con puro fierro, marro y barrenos, para tumbar la roca con dinamita, ahora es pura maquinaria, para barrenar, era a pura mano”, relató.

Antes no había pensión vitalicia, los mineros de la colonia y todavía después de consumada la Independencia, si lograban sobrevivir, no gozaban de ninguna prestación del IMSS, ni ningún sistema de afores o ahorro individual. Un mexicano “millennial” del siglo XXI no soportaría ni un día dentro de las minas en tiempos del Virreinato.

“Llevo 6 años pensionado, luego si la extraño, más se acuerda uno de las minas”, recordó Don Natividad que antes las casas de Mellado estaban construidas de puro adobe con puertas de madera remachadas con clavos.

Las minas han cambiado de administraciones y dueños a lo largo de más de cuatro siglos de existencia: “Antes éramos dueños socios todos, ahora ya no, como se vendió a los canadienses, los canadienses son ahorita los dueños y están explotando la mina, se llama Rosario, tienen unos 15 años trabajándola”.  

Una casa de adobe en el poblado de Mellado reconocido por sus pobladores mineros

Una generación de mineros

Su padre se llamaba Cesáreo Ávalos Rodríguez, trabajó en la Mina de Rayas y en la Mina de Garrapatas, dice Don Natividad que antes los mineros duraban poco laborando en la mina, pues perecían ante las duras condiciones y enfermedades.

“Duraban hasta un año y dos años porque se morían pues, no había con que cubrirse y todo y bueno pues estaba muy duro el trabajo, tenían maquinarias perforadoras que, con el puro del pulmón, se aventaban los pulmones, duraban mucho tiempo” relata Natividad quien proviene de una familia de mineros.

La mayoría de sus compañeros fueron mineros, dice que él está más conservado pese haber trabajado más de tres décadas en la minería: “Es muy poco lo que tengo de grados de los pulmones, según me hicieron un examen y me dijeron que no tenía nada, que estaba yo muy bien”.

Dos siglos después en Mellado, reconocido pueblo de trabajadores de la minería, se acuerdan de su antecesor Juan José de los Reyes Martínez Amaro apodado El Pípila, dice Don Natividad: “Ahorita han durado trabajando un poco más lo mineros”.