Guanajuato-. Afuera de una tienda Oxxo inició la lucha por la Independencia de México hace 215 años en la Alhóndiga de Granaditas. No había recargas de teléfono, ni depósitos, ni mostradores repletos de chicles y pastillas de menta, ni bebidas alcohólicas. Era un escenario de guerra.
Hace dos siglos fuera de esta tienda de autoservicio en la que un hombre estaba recargado en el pórtico de la entrada observando hacia la plazuela, los insurgentes, levantados en armas, arrojaban incontables piedras que estallaban sobre el grosor de los muros de la Alhóndiga.
Un escenario distinto
En ese entonces la primera fuerza independentista que le hizo frente a los soldados de la Nueva España leales al Virrey, vació de piedras el río de Las Liebres para con sus hondas dejar huellas imborrables que, dos siglos después, siguen observándose sobre los muros descarapelados del antiguo y emblemático edificio virreinal.
Te podría interesar
La luz del sol calentaba la piedra de lo que hoy es una amplia plaza en la que, cada año, el Festival Internacional Cervantino celebra allí conciertos en los que convergen culturas, lenguas, países, olvidándose de las guerras, pero allí, justo allí, hace cientos de años se suscitó un cruel episodio de la historia de México. Allí perecieron los primeros soldados insurgentes, militares españoles, y las últimas familias españolas.
A pocos metros del Oxxo el 28 de septiembre de 1810 la vorágine que se unió a la insurrección atacó la Alhóndiga comandada Por Don Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende, Mariano Jiménez y Juan Aldama, campesinos y mineros, se unieron a la causa para iniciar la primera batalla de la independencia.
El intendente de Guanajuato Juan Antonio de Riaño y familias españolas se protegieron dentro de la Alhóndiga, pese a que el edifico que ahora es un Museo Regional no fue ideado para la defensa militar, pero resistió al embate de los insurgentes, hasta que un minero apodado el pípila bajó del poblado de Mellado: se atrevió a cargar una loza que arrancó de la calle, la cargó en su espalda hasta prenderle fuego a la puerta, así la primer tropa independentista consumó su primero victoria militar y días después se consumó uno de los episodios más violentos de la historias de la independencia.
La sombra del Intendente Riaño
La Guerra de la Independencia se gestó partir de esa primera batalla, la memoria y las leyendas del emblemático edifico siguen relatándose ahora en Tik Tok y en Facebook: que la sombra del Intendente Riaño yace todavía vagando en el interior espantando a los cuidadores cuando todo mundo ya se ha ido en el silencio de la madrugada, que por 10 años las cabezas de Miguel Hidalgo, Juan Aldama, Ignacio Allende y Mariano Jiménez fueron expuestas en jaulas de hierro como amenaza a todo aquel que osara unirse a las filas insurgentes.
A 215 años después de la toma de la Alhóndiga de Granaditas el edificio virreinal es una postal de Guanajuato de la que se hablará siempre, de granero a fortificación, ahora es un museo en el que afuera, en los puestos de vendimias de objetos patrios: trompetas, bigotes falsos, banderillas, hondea la bandera de México.
