GUERRA DE INDEPENDENCIA EN GUANAJUATO

¿Son balazos? Las marcas de la primera batalla de la Independencia siguen en la Alhóndiga

Las marcas no son huellas de bala sino piedras que fueron lanzadas por los insurgentes para bajar a los tiradores arriba de la Alhóndiga de Granaditas

Escrito en GUANAJUATO el

Guanajuato-. Los hoyos de la batalla de la Alhóndiga de Granaditas siguen marcados sobre el antiguo edifico virreinal después de 214 años, la confrontación fue una de las más atroces del movimiento independentista, las huellas de ese día todavía son visibles si se pone atención.

El día 28 de septiembre de 1810 el cura Miguel Hidalgo y Costilla entró a la entonces llamada ciudad de Santa Fe de Guanajuato, antes había tomado como cuartel la Hacienda de Burras en Irapuato, allí le escribió una carta al Intendente Juan Antonio de Riaño y Bárcena. Le pidió que rindiera la plaza y que quedara en condición de prisionero; Riaño se negó respondiéndole que no reconocía otra autoridad que no fuera la de la Nueva España. El 28 el padre Hidalgo marchó, ese día la batalla comenzó temprano, ese día murió el Intendente Riaño en la batalla al defender la Alhóndiga. 

Miguel Hidalgo encabezó el primer ejército insurgente, formado por criollos, indios, mineros y entusiastas, bajó por la cuesta del Tecolote, los insurgentes veían los cerros provistos de encinos y organillos, tomaron el antiguo camino de mulas y burros que transportaban leña y otros materiales.

Las marcas de la primera batalla de la Alhóndiga de Granaditas son visibles después de dos siglos

Los principales jefes independentistas se dirigieron hacia la Alhóndiga de Granaditas, el Intendente buscó protección dentro de sus gruesos muros, posicionó tiradores en el techo, las familias se atrincheraron antes de la llegada de los primeros independentistas y allí se vivió el primer enfrentamiento entre las fuerzas realistas de la Nueva España y el ejército Insurgente, encuentro que terminó con el saqueó y la vida de peninsulares que se protegieron dentro.

Don Miguel Hidalgo y Costilla marchó desde la madrugada del día 16 de septiembre en la parroquia de Dolores, así comenzó la revuelta popular, en los días siguientes, se le unieron habitantes de poblaciones de San Miguel de Allende, San Felipe, León, Silao, Irapuato y Celaya, ese primer ejército no era un formado por soldados adiestrados en el manejo de las armas y en el ejercicio militar.

Una de las entradas del antiguo edificio de la época del virreinato de la Nueva España

Paco Ignacio Taibo II en su libro “El Cura Hidalgo y sus amigos” describe que el primer ejército insurgente estaba formado por rancheros, curas progresistas, y dragones de la reina de Ignacio Allende, así empezó el movimiento armado de independencia que se prolongó 10 años.

En el recorrido a Guanajuato la turba de Hidalgo asaltó las trojes, levantó esclavos, se liberaron presos para que formaran parte de sus filas, se quemaron las bocaminas en donde había trabajo con esclavitud, y se saquearon haciendas.

La batalla empezó en la mañana del 28, las huestes de Hidalgo vaciaron de piedras el río de los conejos. Los mineros también se unieron. Los hoyos son huellas que dejaron los tiros de piedra que eran lazadas por los brazos de los insurgentes durante el fragor de la batalla.

Las pedradas eran lanzadas por los brazos de indios que buscaban acabar con los tiradores que disparaban en lo alto de la Alhóndiga, sin embargo, quienes lanzaban las piedras tenían que tomar posición cerca de los muros, por lo que se jugaban la vida en el intento de matar a los tiradores con piedras.