Guanajuato-. Después de la tragedia que ocurrió el pasado 18 de julio en el que el niño Andrés Alejandro (originario de Salvatierra, Guanajuato) cayó en el puente de Barra de Santana y fue atrapado por los cocodrilos, las autoridades del municipio de Lázaro Cárdenas (Michoacán) decidieron enmallar todo el bulevar para evitar otra desgracia.
Los visitantes suelen detenerse sobre el puente de Barra de Santana para observar a los cocodrilos que nadan sobre la superficie del agua en un gran manglar, acostumbrados a que les lancen de comer, incluso por los lugareños, quienes les arrojaban pescados para amotinarlos justo debajo del puente.
La familia del menor de 14 años se detuvo para apreciar a los lagartos y fue entonces que sucedió la tragedia: Andrés Alejandro cayó al agua y de inmediato los cocodrilos lo atraparon. Tras la tragedia se colocó una extensa malla ciclónica con una altura considerable. Además de esta barrera física se instalaron grandes lonas rectangulares en color rojo para advertir la presencia de estos reptiles prehistóricos.
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Andrés Alejandro era originario de Salvatierra, Guanajuato, estaba de vacaciones con su familia. Era monaguillo en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, también participaba en la Banda de Guerra del Cuerpo de Bomberos. Su tragedia causó conmoción en todo el país.