Irapuato.- “¡Fácil fueron como 100 disparos los que escuché! Yo no sé si ya venían a lo que venían o qué pasó, a todos les dispararon, agarraron parejo, incluso a los que estaban bailando. ¡No habíamos recibido amenazas!”.
Lo anterior fue manifestado durante una entrevista para el periódico AM por Maurilio Garibaldi, un migrante radicado en Chicago, quien había llegado el lunes 23 e mayo a Irapuato para la celebración del Día de San Juan y fue testigo de la masacre por parte de civiles armados que acabaron con la vida de 12 personas y dejaron heridas a otras 12.
Entre los 12 asesinados, Maurilio señaló a su hermana Carmen y a 6 de sus sobrinos..
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Maurilio, platicó que su hermana y su sobrino se encontraban sentados en la entrada de casa de sus papás -donde estaba la mayor parte de las víctimas- cuando comenzaron a sonar los disparos.
“Vi cuando cayó mi hermana con su niño. Cayeron hacia dentro de la casa. Ella lo protegió con sus brazos y el niño nunca lloró, nada. Ella recibió muchos disparos y mi sobrino recibió tres. Ya perdió el ojo después de que una bala le rozó el ojito izquierdo”, comentó.
Dijo que junto con otro familiar, subió al carro a su hermana, quien falleció en el momento en que llegaban al hospital.
Maurilio, dijo sobre la masacre:
“¡Fácil fueron como 100 disparos los que escuché!... Mi hermana cayó muerta ahí en la puerta y mi sobrina arriba de ella. Mi cuñado y mis sobrinos al lado, sin vida, todos ellos se encontraban sentados y les dispararon desde enfrente”.
Este día velaron los 7 cuerpos de la familia Garibaldi en el domicilio de la calle Bustamante de la colonia San Juan Barrio Nuevo, escenario principal del multihomicidio cometido por civiles armados, presuntos integrantes del Cártel de Santa Rosa de Lima.
Los cuerpos de las otras 5 víctimas serían velados en distintas funerarias de la ciudad.
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