Guanajuato, México. Organizaciones dedicadas al robo de combustible –conocido como huachicol– han desarrollado un nuevo método para transportar gasolina y diésel robados. En lugar de emplear las tradicionales pipas o autotanques, estas redes criminales están utilizando bolsas plásticas industriales de gran tamaño, ocultas dentro de tráileres de carga comunes, para movilizar el hidrocarburo robado sin levantar sospechas en carreteras. Autoridades estatales han detectado esta modalidad, destacando que los grupos delictivos encargan estas bolsas con anticipación a fabricantes en China y las importan legalmente al país para su uso clandestino, aprovechando la alta disponibilidad de insumos industriales provenientes del extranjero. La práctica les permite simular camiones de carga ordinarios y evadir retenes, convirtiendo tráileres aparentemente inocuos en cisternas rodantes camufladas .
Modus operandi: bolsas flexibles ocultas en tráileres
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Estas bolsas flexibles, conocidas en la industria como flexitanks o contenedores flexibles a granel, fueron diseñadas originalmente para transportar de forma segura líquidos industriales (por ejemplo, químicos, jugos o aceites) dentro de contenedores o remolques. Son recipientes herméticos de polietileno de alta resistencia recubiertos con capas de polipropileno, equipados con válvulas para llenado y vaciado . Su capacidad varía típicamente entre 12 mil y 26 mil litrosde combustible , aunque en operativos recientes se han encontrado variantes de mayor tamaño. Por ejemplo, en un cateo realizado este mes en León (Guanajuato), las autoridades descubrieron dos contenedores flexibles con capacidad combinada de 47 mil litros dentro de un almacén clandestino . Las bolsas –fabricadas según especificaciones de los huachicoleros en China– se colocan dentro de cajas secas (remolques cerrados) para ocultar el combustible robado . Al quedar el líquido contenido en un revestimiento interno, el tráiler puede pasar por camión comercial común, reduciendo la probabilidad de ser detectado a simple vista en inspecciones rutinarias.
Este uso ilícito de una tecnología legal refleja la creciente sofisticación logística del huachicol. En lugar de las improvisadas garrafas o tomas rudimentarias de años atrás, las bandas ahora implementan equipos especializados y planifican la importación de insumos con antelación. “El crimen organizado ha adaptado esta tecnología para el transporte clandestino de hidrocarburos”, señalan reportes de prensa . La facilidad para adquirir contenedores industriales en el mercado internacional –particularmente de proveedores asiáticos– ha permitido a estas redes acceder a las bolsas sin mayores obstáculos, ingresándolas al país como si fueran material para usos lícitos. Fuentes de inteligencia no descartan que las mafias utilicen empresas fachada o intermediarios para traer los flexitanks desde China junto con otros productos, aprovechando el intenso flujo comercial entre ambos países. Una vez en México, las bolsas son distribuidas a células locales, que las instalan dentro de tráileres adaptados para recolectar el combustible ordeñado de ductos o almacenado en depósitos clandestinos.
Cifras del robo de combustible en Guanajuato
Las autoridades advierten que Guanajuato se ha convertido en un foco rojo del huachicol en el Bajío. La ubicación estratégica del estado –atravesado por ductos de Pemex y rutas logísticas nacionales– lo ha colocado entre los primeros lugares a nivel nacional en este delito . Datos oficiales y recientes decomisos pintan el siguiente panorama:
Tomas clandestinas: Petróleos Mexicanos (Pemex) confirmó la detección de alrededor de 850 tomas ilegales de combustible en Guanajuato durante 2024 , concentradas en al menos 10 municipios. En años previos la incidencia había disminuido, pero para 2025 se observa un repunte significativo.
Incautaciones en 2025: En lo que va de 2025, se han asegurado aproximadamente 820 mil litros de combustible robado en el estado . Tan solo entre septiembre de 2024 y marzo de 2025, las autoridades confiscaron más de 485 mil litros de gasolina sustraída ilegalmente, un indicador del crecimiento de esta actividad . Un operativo destacado ocurrió en mayo, cuando se cateó una bodega en León y se encontraron más de 220 mil litros de hidrocarburo, siete tractocamiones y una bomba despachadora adaptada tipo gasolinera .
Tendencia al alza: Las cifras muestran que, tras una relativa contención en 2023, el robo de combustible volvió a incrementarse. En los primeros meses de 2025, la incidencia creció 26% en Guanajuato comparado con el mismo periodo del año anterior , según reportes oficiales. Este resurgimiento se atribuye a la capacidad de adaptación de las bandas huachicoleras, que diversifican métodos (como el uso de flexitanks) para continuar su actividad ilícita.
Pérdidas económicas: A nivel nacional, el huachicoleo sigue causando un grave quebranto financiero. Pemex reportó pérdidas superiores a 20 mil 400 millones de pesos en 2024 debido al robo de combustibles , cifra ligeramente menor a la de 2023 pero muy por encima de los niveles registrados tras la ofensiva anti-huachicol de 2019 . Esto equivale a un impacto diario millonario en ingresos no percibidos por la empresa productiva del Estado. Además, la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) estima que uno de cada tres litros de gasolina que se venden en el país proviene de fuentes ilícitas , lo que no solo afecta la recaudación fiscal y a la industria formal, sino que plantea riesgos para el consumidor y el medio ambiente (por la posible mala calidad o manejo inseguro de estos combustibles).
Operativos y detenciones recientes
Las fuerzas de seguridad federales y estatales han intensificado los operativos para contener esta nueva ola de huachicol en Guanajuato. En mayo de 2025, un caso sobresaliente evidenció la infiltración criminal incluso en cuerpos encargados de combatir el delito: once elementos de la Guardia Nacional –entre ellos un teniente– fueron detenidos tras ser sorprendidos custodiando una toma clandestina de combustible en Apaseo el Alto . La detención, realizada por la policía municipal, ocurrió mientras los guardias protegían un tractocamión conectado ilegalmente a un ducto de Pemex. El escándalo llevó a que la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Seguridad federal intervinieran para asumir la investigación del caso, y provocó un llamado a reforzar los controles internos para evitar la corrupción en las fuerzas de seguridad.
Otros golpes recientes al huachicol en la región incluyen la detención de operadores locales vinculados al Cártel de Santa Rosa de Lima –grupo criminal identificado como principal responsable del robo de combustible en Guanajuato – y el desmantelamiento de almacenes clandestinos. A mediados de mayo, la Secretaría de Seguridad y Paz del estado informó sobre un segundo operativo en la comunidad Lomas de Comanjilla (León), donde se desarticuló un centro de acopio ilegal similar al de Campestre Primavera, incautando vehículos, contenedores y combustible robado . En total, durante un solo fin de semana de operativos coordinados, 20 personas fueron detenidas por huachicoleo en distintos puntos de Guanajuato, según confirmó el Secretario de Seguridad Pública Ciudadana federal, Omar García Harfuch . Entre los capturados en esas acciones conjuntas se contaban los 11 guardias nacionales mencionados, así como presuntos miembros de bandas locales dedicadas a perforar ductos y distribuir el producto ilícito.
Frente a la creciente audacia y tecnificación de los huachicoleros, las autoridades han anunciado medidas reforzadas. El gobierno estatal, en coordinación con instancias federales, ha incrementado los patrullajes en zonas rurales donde pasan ductos y ha instalado retenes sorpresa en carreteras estratégicas. Asimismo, se evalúa el uso de tecnología de detecciónpara combatir métodos de ocultamiento como el de las bolsas flexibles: equipos de sensores térmicos capaces de distinguir la firma de calor de grandes volúmenes de líquido, y escáneres químicos portátiles que puedan alertar de presencia de hidrocarburos en camiones aparentemente vacíos, están siendo considerados para los puntos de inspección .
Funcionarios de seguridad señalan que la lucha contra el huachicol se ha convertido en una carrera de innovación contra la delincuencia. “Estamos viendo tecnología contra tecnología”, resumió un experto en referencia a cómo los delincuentes sofistican sus métodos y cómo las autoridades deben responder con herramientas igualmente avanzadas . A pesar de los desafíos, el gobierno afirma que mantendrá la cero tolerancia al robo de combustibles. Voceros han reiterado que cada decomiso importante –como el de León– golpea las finanzas de los grupos criminales y que las denuncias ciudadanas siguen siendo clave para detectar tomas clandestinas antes de que ocurran tragedias (como explosiones o derrames). En tanto, la atención también se centra en frenar la comercialización del huachicol: la Procuraduría Federal del Consumidor y el SAT han intensificado la supervisión de gasolineras para detectar y sancionar la venta de combustible de origen ilícito, buscando cerrar el circuito que alimenta este delito.
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