León-. El lobo gris mexicano es uno de los habitantes más antiguos de lo que hoy llamamos León. Reinó sus antiguos bosques montanos de encino que se encumbran al norte de la ciudad, pero ya no está en casa. Lo aniquilaron hasta extinguirlo. Sierra de Lobos seguirá siendo su hogar.
El lobo feroz mexicano, como dicen en los cuentos de niños, vivía en el Cerro del Gigante, esa enorme formación montañosa que aparece en pinturas y fotografías panorámicas de la ciudad. Allí habitaba antes de que también su hábitat, colmado de árboles de una gran diversidad árboles, fuera exterminado desde tiempos del virreinato.
Hubo un tiempo en el que León poseía un extenso bosque montañoso, espeso, exuberante en vegetación, en el que el lobo cazaba ciervos, conejos, y pecaríes. Hoy solo quedan relictos de lo que fueron esas grandes arboledas.
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Herbe Monroy Jacobo, médico veterinario zootecnista y responsable técnico del Santuario Extinción Cero compartió en entrevista con La Silla Rota Guanajuato que el lobo mexicano (Canis lupus baileyi) es una de las subespecies manejada cien por ciento por el hombre: “En el estatus genético, gracias a la AZA, la Asociación Ecológica Americana y los zoológicos que en ella se suman por parte de Estados Unidos y México, siendo el Zoológico de León uno de los Zoológicos que estuvo afiliado a esta asociación, y 24 intuiciones más”. En el país dentro de dichas instituciones se encuentra el Santuario Extinción Cero.
El Santuario Extinción Cero se encuentra en el municipio de Coatepec Harinas, allí, se realizan esfuerzos para salvar al lobo mexicano de desaparecer, dijo Monroy Jacobo: “Es una especie sombrilla ¿Qué es una especie sombrilla? Es la especie que se encuentra hasta arriba de la cadena alimenticia, es un depredador de depredadores, es por ello que su conservación y la cadena que se encuentra debajo de él, es muy importante, ya que sin ella el equilibrio ecológico se encuentra totalmente desbalanceado”.
“Se ha consolidado como un icono en la historia natural de México. Venerado en épocas prehispánicas, ha simbolizado la fuerza y la adaptabilidad en diversas culturas indígenas, siendo parte integral de leyendas y ceremonias que reflejan una profunda conexión espiritual con la fauna y la naturaleza. Para los pueblos originarios, su existencia ha sido sinónimo de equilibrio en los ecosistemas y una representación viva de la libertad y el espíritu indomable del territorio mexicano”. Relata el portal web del Santuario Extinción Cero
Herbe Monroy Jacobo explicó que en el Santuario Extinción Cero conserva ejemplares que se encuentran dentro del programa, detalló que, actualmente, México tiene 121 lobos: “Estamos hablando del 8% de toda la población del lobo mexicano que se encuentra en el continente bajo conservación de cuidados humanos”.
“Todos los ejemplares que las instituciones zoológicas que conservan estos animales, no lo quieren porque la visión de estos ejemplares puede ser negativa para la población, aquí los ejemplares viejos que ya terminaron su vida en el programa cuentan con una oportunidad más, y vivir de la mejor forma” dijo en entrevista Herbe Jacobo Monroy especialista en medicina preventiva y rescate de fauna
El lobo gris mexicano pudo salvarse a tiempo, otras especies icónicas del país no corrieron con la misma suerte, como el pájaro carpintero imperial y el oso plateado mexicano. El lobo fue uno de los habitantes más antiguos de León. Competía por las presas con el puma y el águila real, y con los humanos, los antiguos grupos indígenas chichimecas.
