En comisiones, Rolando Alcántar, diputado panista, votó dos veces a favor del matrimonio igualitario. Su “sí” pasó casi en silencio. Esta semana, cuando la decisión tuvo que ser definitiva, hizo lo contrario: se retractó en el pleno.
Ayer Guanajuato vivió un evento histórico. Legisladoras y legisladores votaron, en su mayoría, a favor del matrimonio igualitario. Sin importar género, orientación o sexo, las personas podrán casarse con quien deseen.
Esta reforma se logró gracias a una serie de votaciones que antes se habían realizado en el Congreso de Guanajuato. Para que esto llegara al pleno, primero tuvo que pasar por la Comisión de Justicia.
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El 12 de noviembre, el grupo legislativo registró tres votos a favor de la iniciativa contra dos del Partido Acción Nacional. Con los votos a favor, se aprobó la elaboración del dictamen en sentido positivo. El único panista integrante de la comisión que votó a favor fue Rolando Alcántar. En el mismo sentido votaron María Eugenia García Oliveros (Morena) y Ruth Tiscareño (PRI). En contra, Karol Jared González Márquez (PAN) y Susana Bermúdez (PAN).
El 19 de noviembre, la Comisión de Justicia aprobó con votación dividida el dictamen de cuatro iniciativas que buscaban reformar el Código Civil para permitir el matrimonio igualitario en la entidad. Una vez más, el legislador panista votó a favor.
Fue una votación desconcertante. Alcántar Rojas subió y bajó la mano repetidamente al momento de votar. Junto con esa iniciativa también se estaba votando la despenalización del aborto. Para mayor claridad, el diputado aseguró que su voto era a favor del matrimonio igualitario y en contra del aborto.
El giro de su decisión en el Pleno del Congreso
Este jueves se votó el dictamen que definiría si en Guanajuato se aprobaba, o no, el matrimonio igualitario. La decisión llegó con 25 votos a favor y 9 en contra: el Congreso celebró la reforma propuesta por la Comisión de Justicia.
Lo inesperado estuvo en uno de esos votos. En la sesión más visible del proceso, el panista Rolando Alcántar cambió de postura. Esta vez rechazó el dictamen que reconocía el derecho al matrimonio para todas las personas, sin importar sexo, género u orientación sexual.