Guanajuato-. La UNAM y la UG se ha unido para conversar y reflexionar en temas que atañen en la actualidad y es por eso se realizó la “Educación para el Desarrollo Social y Humano” que reunió a académicos de México y España, en esta ocasión una de las ponencias fue: “Educación y Justicia: La edad de tener derechos”.
“Educación y Justicia: La edad de tener derechos” fue impartida por la Dra. Esther Giménez-Salinas, doctora en Derecho y diplomada en Psicología Aplicada por la Universidad de Barcelona.
Esther Giménez-Salinas habló en la Universidad de Guanajuato acerca de la importancia de los derechos de la infancia desde sus primeras etapas hasta la adolescencia: “El concepto de la menorización de la infancia, que los consideramos como un mundo aparte y los hacemos cada vez más pequeños, no somos capaces de entender y de adaptarnos a los que significa”.
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Destacó que a nivel internacional el gran cambio respecto a los derechos de los niños se produjo en 1989 con la Convención de los Derechos de los Niños y Niñas: “Que llegaba 40 años después de la Convención de Derechos humanos del 48” explicó la penalista.
“Parecía que durante 40 años el reconocimiento de que también tenían derechos no existía” expresó Esther Giménez-Salinas Colomer, Síndica de Greuges de Catalunya y ex Rectora de la Universidad Ramon Llull
La especialista en derecho penal explicó que el interés superior de las infancias es definido por los adultos: “El interés superior del menor muchas veces lo definimos el mundo adulto, no siempre aplicamos como debe ser, muchas veces, por ejemplo, si nos referimos a la pobreza produce un daño y el interés superior del menor en la pobreza es imposible hablar de su interés superior”.
Esther Giménez destacó que sí, realmente se respetaran los derechos fundamentales de los niños, explicó: “Si fuera así tendrían una vida completamente distinta en todos los países del mundo, cada uno canalice los suyos, si realmente pensáramos en su interés superior la vida la tendrían, probablemte diferente, entre otras cosas podrían seguir viviendo en familia”
“Cuando hablamos de infancia y jóvenes, tenemos un problema de edadismo, porque de alguna manera asimilamos infancia con madurez y responsabilidad, poca capacidad y no es cierto, podemos encontrar con frecuencia jóvenes con capacidades muy superiores a incluso el mundo adulto” detalló la Exrectora de la Universidad Ramón Llull
Esther Giménez-Salinas explicó acerca de las edades en que las infancias son más vulnerables: “Dentro de esas de 0 a 18 más desprotegidas, sin duda la primera infancia, de 0 a 1 año y también la adolescencia”.
La experta en derecho penal Reflexionó “¿Qué pasa en las edades de cero a tres?, que no se escucha lo que pueden decir e interpretar los niños de cero a tres años, el primer año de la vida de un niño es por todos los psicólogos reconocido como el más importante y no lo aceptamos así, y el derecho a ser escuchado es evidente que no se practica”.
Durante su ponencia en la Universidad de Guanajuato habló sobre su obra (un capítulo) El Baile de las edades en las que explica cada etapa en términos de derecho infantil.
Giménez-Salinas Colomer habló sobre su obra “El baile de las edades”, en la que aborda los derechos de los niños desde sus primeras etapas de vida hasta la adolescencia: “De 0 a 2 años se dice que tienen derecho a ser escuchados en todo caso podemos decir que tienen derecho a determinadas prestaciones por el hecho de haber nacido de tener algunos recursos específicos en el momento de la crianza cosa que muchas veces no lo tienen; de 3 a 5 años, a que se les escuche; a la escolarización universal, acceder a un médico concreto en el campo pediatría, y se dice que tienen derecho a expresar su opinión”
La profesora universitaria detalló acerca de los derechos en cada etapa de la vida de las infancias: “A partir de los 12 años se dice que no solo tienen derecho a ser escuchados, sino también a tener presente su opinión sea tomada en cuenta. Muchas veces no se les considera, sobre todo en procedimientos civiles, en situaciones conflictivas de separación de los padres y en la participación en varios ámbitos. De 14 a 15 años, es obligatoria esa escucha, derecho a la escolarización obligatoria, derecho a consentir el uso de sus datos y publicaciones; además, en general empiezan a poder viajar solos”.