Guanajuato.- Los bloqueos de agricultores en la autopista Celaya–Salamanca, que se prolongaron por más de 24 horas, dejaron a cientos de transportistas y automovilistas varados en condiciones críticas: sin alimentos, sin higiene y con reportes de robos y extorsiones.
Mientras los productores exigían al Gobierno Federal un documento que avalara el precio justo del maíz, los choferes atrapados denunciaron que fueron asaltados por sujetos en motocicleta en los tramos más solitarios de la vía, además de enfrentar la venta de comida a precios elevados y falta de servicios básicos.
El bloqueo principal se mantuvo a la altura del Libramiento Villagrán–Juventino Rosas, donde los campesinos permitieron breves aperturas parciales del tránsito. Aunque en el resto del Estado los cierres se levantaron, este punto permaneció activo hasta la noche del jueves.
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La Secretaría de Seguridad y Paz de Guanajuato informó que se desplegaron 300 elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado para vigilar la zona y apoyar tanto a los manifestantes como a los automovilistas. También se utilizaron helicópteros de vigilancia, y se reportaron algunos choques y detenciones menores.
Pese a la presencia policial, los transportistas denunciaron inseguridad y desorganización, pues algunos fueron víctimas de robo en caminos alternos. Las autoridades estatales aseguraron que los hechos serán investigados por la Fiscalía General del Estado.
Hasta el cierre del día, el punto de Juventino Rosas seguía siendo el último bloqueo activo en Guanajuato, con paso intermitente en ambos sentidos.
FN