Guanajuato-. Es un museo aterrador y no apto para personas sensibles, el Museo de la Ex Hacienda del Cochero fue una de las sedes del Santo Oficio, o, mejor dicho, de la Santa Inquisición española, ahí eran llevados a quienes era señalados como herejes, eran encerrados en los calabozos y después torturados para obtener su confesión.
Visitar el Museo de la Santa Inquisición en Guanajuato es una experiencia aterradora, se encuentra en la Valenciana y es un lugar que, en tiempos en que la Nueva España estaba gobernada por las leyes eclesiásticas, ahí eran llevada las personas que practicaban brujería. Esto pasó en el Siglo XVII.
El lugar de tortura, se dice, era parte de la clandestinidad. Fue dirigido por el inquisidor Fernando Antonio de Miera y dentro de los oscuros calabazos se aplicaban diferentes métodos de tortura en aquella época a la luz de una vela.
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La antigua finca fue construida en el año 1692 por el entonces Márquez de Rayas, para 1764 sus sombrías habitaciones se ocuparon como mazmorras para encarcelar ahí a los enemigos de la corona, blasfemos y herejes.
Primero se ingresa a un jardín en dónde se pueden apreciar algunas lápidas a manera de un pequeño panteón privado, después, se empieza el descenso hacia las mazmorras en donde los guías, vestidos de frailes, explican la historia del lugar.
Ahí se pueden observar aparatos de tortura de la época, algunos del lugar y otros que no son originales del lugar como la silla con clavos, jaulas de hierro, guillotinas, un potro de hierro, la dama de hierro, la rueda, y las máscaras de hierro todo para infligir diferentes daños a quienes eran confesados ahí.
El Museo de la Ex Hacienda del Cochero tiene diferentes características que lo hacen único, como fotografías de las momias de Guanajuato posando con modelos y personas de otras épocas, el cuadro del inquisidor y hasta el cadáver de una bruja y armas y armaduras de los tiempos de la colonia.