León.- Entre agua verdosa y olorosa es común ver en las épocas de calor en León decenas de niños, y a veces incluso a sus padres, dándose un chapuzón en la fuente del Parque Hidalgo. Estos días, en redes la han rebautizado como “Balneario Parque Hidalgo”.
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Se llena sobretodo los fines de semana. Desde la 1:00 de la tarde comienzan a llegar niños y niñas, algunos incluso con flotadores o trajes de baño para meterse a la fuente del Parque Hidalgo. Sus padres se van preparados, llevan toallas para secarlos, cambios de ropa y sabritones.
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Cada época de calor convierten a la antigua fuente en una pileta. En lugar de que los niños convivan en los juegos o los jardines, se ponen chapotear dentro del agua.
No es de importa si huele feo, si está estancada, verde o si no hay drenaje apropiado para una alberca y miles de gérmenes conviven en un solo lugar, lo importante para estas familias que transformaron la fuente en un balneario en el Parque Hidalgo es calmar el calor y refrescarse, no importa qué tan limpia sea el agua.
El riesgo de echarse un chapuzón ahí puede ser grave. Incluso en las aguas recreativas como las de las albercas o jacuzzis pueden estar contaminadas de parásitos y provocar enfermedades estomacales.
De acuerdo con Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, del gobierno de Estados Unidos, los parasitos entran al cuerpo al tragar, tocar e incluso respirar el agua contaminada. Lo que ensucia esta agua, y de donde provienen estos parásitos, es principalmente la materia fecal.
La fuente del Parque Hidalgo a veces también es basurero. Ahí dentro se pueden ver monedas, colillas de cigarros, envolturas o servilletas, que aunque no son muchas no solo ensucian el agua, sino que también le dan mala imagen.
En el fondo de la fuente el piso está muy resbaloso por el moho que se junta. Este hongo, de acuerdo a la misma institución estadounidense puede afectar la salud de varias formas, entre ellas esta la provocación de congestión nasal, dolor de garganta, tos, ardor en los ojos o sarpullidos.
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