Silao, Guanajuato.- El Cerro del Cubilete, ubicado en Silao, se alza como el corazón geográfico de México y, a la vez, como un poderoso símbolo de la resistencia religiosa durante la Guerra Cristera. En este 24 de noviembre, día de su celebración oficial, miles de fieles acuden al Santuario de Cristo Rey, cuya historia entrelaza fe, resistencia y orgullo nacional.
El monumento original, erigido en 1920, fue destruido en 1928 por órdenes del entonces presidente Plutarco Elías Calles en el contexto de la persecución religiosa que marcó la Guerra Cristera. Esta devastación, destinada a sofocar los símbolos del catolicismo en el país, dio paso a un acto de resiliencia: la construcción de la actual estatua de Cristo Rey, que se inauguró en 1944 con una monumental altura de 20 metros. Hoy, el santuario se erige como un emblema de paz y unidad, atrayendo peregrinos de todas partes del país.
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Además de su carga histórica, el Cristo Rey guarda datos fascinantes que lo convierten en un sitio único en el mundo. Su ubicación, a 2,579 metros sobre el nivel del mar, lo coloca en el corazón geográfico de México y ofrece vistas privilegiadas de la región. Dentro de la estatua se encuentra una capilla con capacidad para doce personas, situada simbólicamente a la altura del corazón de Cristo, un detalle que pocos visitantes conocen.
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Otro dato relevante es la forma de la basílica sobre la que se encuentra la estatua. Diseñada en forma de globo terráqueo, representa al mundo bajo la protección de Cristo Rey, reforzando el mensaje universal de paz que el santuario busca transmitir. En el pasado, la primera versión del monumento fue construida gracias a una colecta local que reunió 5,000 pesos, un logro notable para la época.
El Cristo Rey también ha sido un ícono cultural, mencionado incluso en la música popular mexicana. La canción "Caminos de Guanajuato", de José Alfredo Jiménez, hace referencia al santuario, inmortalizándolo en el imaginario colectivo.
Este 24 de noviembre, las festividades en el Cerro del Cubilete se caracterizan por procesiones, misas solemnes y una afluencia masiva de peregrinos que llegan a pie, en bicicleta o en vehículos, muchos cargando ofrendas como muestra de devoción. Según cifras oficiales, el evento anual reúne a más de 80,000 personas, consolidando su importancia como una de las celebraciones religiosas más grandes del país.
Esta celebración a Cristo Rey marca el inicio del año litúrgico en el catolicismo, marcado por el Adviento, representa un tiempo de preparación espiritual y renovación de la fe. Este periodo, que antecede a la Navidad, invita a los fieles a reflexionar sobre el misterio de la encarnación de Cristo y a renovar su esperanza en la segunda venida del Salvador. La importancia de este inicio radica en su enfoque en la conversión personal y comunitaria, estableciendo un nuevo ciclo de celebración de los misterios de la vida, muerte y resurrección de Jesús. Es un momento clave en el calendario litúrgico, que orienta a los creyentes hacia una vivencia más profunda y consciente de su fe a lo largo del año.
El Cristo Rey del Cerro del Cubilete no solo es un monumento religioso, sino también un testimonio del espíritu indomable de México. En su día de celebración oficial, este lugar sagrado reafirma su relevancia histórica, cultural y espiritual, recordando a todos los mexicanos que la fe y la resistencia son pilares fundamentales de su identidad.
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