Celaya.- Este lunes falleció en Celaya el ingeniero Miguel Ángel Solís Montemayor, uno de los hombres que más sabían en temas del agua en el país, primer director de la Conagua en Guanajuato y partícipe en la construcción y mantenimiento de importantes presas en el centro de México como la Allende, Solís (Acámbaro), Zimapán (Querétaro), Purísima (Irapuato) y La Golondrina (Pénjamo), entre otras.
Nació en Sabinas Hidalgo, Nuevo León, el 9 de agosto de 1938. Fue un referente de los recursos y obras hidráulicas en Guanajuato, pero sobre todo un excelente ser humano.
Estudió Ingeniería Civil en la Universidad Autónoma de Nuevo León. En 1954 trabajó como profesionista en diferentes empresas. En 1965 se incorpora a la Secretaría de Recursos Hidráulicos como proyectista, y gracias a su esfuerzo lo ascendieron a Residente de Obras Hidráulicas para el estado de Querétaro, después hizo lo propio en Jalisco.
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En 1970 gracias a su dedicación, capacidad y experiencia es Jefe de Obras Hidráulicas en Guanajuato, de 1986 a 1989 es Jefe del Programa Hidráulico y Subdelegado de Infraestructura Hidráulica en representación de la entonces SARH en Guanajuato. En 1989 lo ascienden a primer gerente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Guanajuato.
Durante años se desempeñó como subsecretario de riego en la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural. En la actualidad era asesor de la Subsecretaría de Administración y Eficiencia de los Recursos Naturales en la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAYR).
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También era el representante del gobernador en el Grupo de Evaluación y Seguimiento de la Cuenca Lerma-Chapala.
El 30 de septiembre del 2021 recibió un reconocimiento por sus 50 años como servidor público, primero en la Conagua y después en gobierno del estado de Guanajuato.
“Me da gusto que mis amigos y familia estén acompañándome en este evento, donde cumplo 50 años trabajando en el Gobierno Federal y Estatal; porque yo considero a Guanajuato como mi segundo hogar de nacimiento”, mencionó en ese entonces a manera de agradecimiento.
El “Inge Solís” más conocido así entre sus amigos, trabajó en diferentes instituciones bajo adversas encomiendas que han dado como resultado importantes obras hidroagrícolas que siguen funcionamiento para el beneficio de los usuarios de los Distritos de Riego.
Desde muy joven manifestó interés en la construcción de presas y represas, por lo que logró participar en la construcción de varias de los embalses más importantes del centro del país como la presa Allende (1968), Zimapán (1995), La Purísima (1979), La Golondrina (1960).
El 21 de septiembre del 2013 fue de las primeras personas en llegar a la presa La Golondrina en Pénjamo, en donde una fuerte lluvia de varias horas provocó enormes escurrimientos que afectaron más de mil viviendas y negocios en la cabecera municipal. Uno de los principales temores de las autoridades y la población, era el colapso de la estructura de la presa y que pudiera provocar daños más graves en la ciudad y cultivos agrícolas, pues el agua rebasaba en más de metro y medio la zona del vertedero.
Al llegar, la fuerza del agua hacía cimbrar la estructura de la presa. El ingeniero Solís caminó por la cortina hasta la zona del vertedero revisó los escurrimientos, puso las manos en el borde para percibir el movimiento de la estructura y regresó a donde estaban las autoridades que esperaban su diagnóstico.
“Esta madre yo ayudé a construirla y es sólida como una roca, no le va a pasar nada. Solo estará desfogando agua durante varias horas en lo que bajan los escurrimientos, pero a la estructura no le va a pasar nada”.
Así, tal cual, su reporte fue enviado al entonces gobernador del estado, Miguel Márquez y al gobierno federal. Hoy en día la estructura de la presa ahí sigue.
CM