Romita.- La desaparición forzada y posterior asesinato de tres jóvenes en Romita, cuyos cadáveres fueron encontrados posteriormente en un terreno en las afueras de la ciudad, habría tenido origen en un accidente vial por el que los tres fueron remitidos a barandilla.
El pasado 19 de febrero, Daniela Castro, su esposo Juan Pablo Vargas y el amigo de la pareja Carlos Esteban Rocha Anguiano transitaban por calles de la ciudad en un auto que era manejado por Carlos Esteban.
Esa noche, los familiares de Daniela, de 25 años, se enteraron del accidente porque ella les mandó un mensaje para avisarles. Fue el último contacto que tuvieron con ella. Cuando volvieron a marcarle ya no contestaba, seguían insistiendo durante la madrugada al número de ella y al de Juan Pablo, de 27 años, y no daba línea.
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Al rastrear los celulares, indicaban como última ubicación las instalaciones de Seguridad Pública de Romita, en las oficinas y separos a un lado de la presidencia municipal. Cuando los familiares fueron a buscar a los jóvenes que habrían estado detenidos les dijeron, en barandilla, que ahí no habían llegado.
Fue esa pista, la ubicación de los teléfonos, lo que dio pie a los reclamos de los familiares, a la exigencia de respuesta, y a las sospechas.
Y así comenzó la búsqueda de las personas no localizadas por los canales oficiales. Por Daniela, por ser mujer, se activó de emergencia el Protocolo Alba. Fue de esta forma que su desaparición permeó más en la sociedad y tuvo gran difusión en redes sociales, que la de sus acompañantes.
El viernes 24 de febrero fueron encontrados restos en un terreno de cultivo en las afueras de la ciudad, por la comunidad de El Escoplo. Los elementos de la Fiscalía del Estado no permitían que ni los colectivos de buscadores, ni los familiares de los jóvenes, se acercaran al lugar.
Aun así, las familias de los tres desaparecidos lograron darse cuenta de que, efectivamente, se trataba de Daniela, de Juan Pablo y de Carlos, este último, hijo de un abogado de la localidad. Ellos publicaron de inmediato, en redes sociales, la mala noticia de que los jóvenes habían sido encontrados muertos.
El punto del hallazgo ocurrió a 7 kilómetros de la estación de policía. Las pesquisas de la Fiscalía habrían conducido a los investigadores hasta lo más alto en la corporación, alguien con la facultad de borrar bitácoras de arrestos y llevarse por su cuenta a personas que estaban detenidas.
Con esto se dio la detención del titular de Seguridad Pública de Romita, Roberto López Valdés, así como de los policías Roberto y César, señalados como presuntos responsables de la desaparición forzada de los jóvenes.
Estaba pendiente la vinculación a proceso de los tres acusados, la cual pudiera darse este jueves.
cv