Celaya.- De los 5 elementos lesionados al explotar, la noche del miércoles, un auto bomba que inspeccionaban en Celaya, 2 están graves en el Hospital Militar de Irapuato. Uno sufrió la amputación del brazo derecho y el otro presenta fuertes quemaduras y daños en el oído.
Otros 3 fueron dados de alta en el Hospital General de Celaya, a donde los trasladaron inicalmente junto con los 2 que continúan graves, pero solamente a estos últimos se les llevó al Militar, debido a la seriedad de las heridas, que causan daño permanente y peligro de muerte.
Mientras tanto, las autoridades indagan el tipo de explosivo empleado, así como la autoría del crimen. “Explotó desde arriba, se desprendió el toldo”, señala el testimonio de uno de los oficiales presentes y asentado en un parte al que La Silla Rota Guanajuato tuvo acceso de manera limitada.
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Asimismo, se informó que el auto que hizo explosión había sido robado de manera violenta el pasado 4 de mayo en la ciudad de Salvatierra. Era un Volkswagen Vento color rojo que pertenecía a la empresa Agro Purépecha del Sur, cuyos representantes reportaron el robo el 5 de mayo ante la Fiscalía General del Estado.
El oficial amputado
De acuerdo con los datos recabados, la noche del miércoles 28 de junio los agentes de la Guardia Nacional que patrullaban el tramo entre Celaya y Salvatierra recibieron el reporte de que habia un auto con impactos de bala en la comunidad de Sauz de Villaseñor, situada a medio camino entre ambas cabeceras municipales.
Acudieron los elementos federales y efectivamente vieron el auto reportado, un Vento color rojo y con placas GPY051C. Al checarlo en la plataforma nacional se informó que era un vehículo robado. Los oficiales se acercaron a revisar la unidad, parada a media calle en la avenida Río Lerma.
El oficial Eduardo Alberto Jiménez y varios de sus compañeros comenzaron a revisar el vehículo, abriendo puertas y cajuela. Luego de aproximadamente 5 minutos de revisión ocurrió el estallido.
Una bomba colocada presuntamente en la parte del techo del automóvil hizo explosión, desprendiendo el toldo del vehículo. Un agente hizo la observación de que el explosivo estaba en la parte superior, pues los elementos que estaban en el auto no salieron proyectados, sino que solamente fueron a dar al suelo. Fue entonces cuando vieron que Eduardo Alberto Jiménez había perdido una extremidad; tenía el brazo derecho amputado desde el codo y sangraba profusamente; estaba semi inconsciente y sus compañeros se aprestaron a darle los primeros auxilios, antes que otra cosa haciéndole torniquete con un cinturón especial la parte afectada para contener la hemorragia.
No fue posible recuperar la parte faltante para procurar un posible reimplante, pues quedó destrozada.
Otro agente, cuyo nombre no fue dado a conocer, sufrió quemaduras en rostro, brazos, piernas y pecho, además de que la explosión le reventó los tímpanos.
Fue a estos 2 elementos a los que, luego de haber sido estabilizados en el Hospital de Celaya, se les transfirió a Irapuato, donde permanecen graves.
cv