Ruth, de 23 años de edad, padecía insuficiencia renal desde los 15 años. Era una joven llena de ilusiones y con muchos sueños, con amigos y muy apegada a su fe en Dios. El 19 de octubre del 2022, ingresó a una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para que le cambiaran un catéter de una diálisis peritoneal, pero ya no salió viva; murió por meningitis.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
Ruth no fue un caso único en el IMSS Guanajuato, en el último trimestre del 2022, una decena de personas que recibían atención en el Hospital General de la Zona No. 21 del IMSS murieron, tras presentar insuficiencia renal y paralisis facial.
Te podría interesar
TAMBIÉN LEE: REPORTAJES ESPECIALES SOBRE ENFERMEDADES NOSOCOMIALES
La Silla Rota y Sumédico inician hoy la publicación de una serie de reportajes sobre enfermedades nosocomiales en el país.
Estos casos se dieron al mismo tiempo en el que se desarrollaba una crisis de muertos por meningitis adquirida por una bacteria dentro de un hospital en Durango. Fueron más de 60 víctimas. Esto puso en alerta a todo el país y los estados, entre ellos Guanajuato, encendieron alertas, pero no pasó mucho tiempo para que esta entidad se convirtiera en escenario de un caso similar a inicios de diciembre.
De acuerdo a una solicitud de información hecha por La Silla Rota a la Secretaría de Salud de Guanajuato, la tasa de incidencia global acumulada de Infecciones Asociadas a la Salud, la cual evalúa el riesgo de sufrir una infección intrahospitalaria, fue de 5.03% en 2020, 5.11 en 2021, y 4.41% en 2022.
A nivel estatal, en 2022, la clínica con más casos notificados fue el Hospital General de León, con 852. En total, en Guanajuato se reportaron 2, 109 ese año.
Sin embargo, la Comisión Estatal de Conciliación y Arbitraje Médico en Guanajuato (Cecamed) no ha recibido ninguna queja por infecciones intrahospitalarias de 2020 a la fecha, asegura su titular, Jaime Hernández Centeno, a La Silla Rota.
El 28 de noviembre, el doctor Daniel Díaz, secretario de Salud de Guanajuato, aseguró que Guanajuato se mantenía sin ningún caso de meningitis aséptica; sin embargo, hubo un caso que puso en duda la realidad.
La muerte de Ruth: confusión e incertidumbre
Ruth, originaria de Purísima, acudía a la clínica T-21 para recibir tratamiento para tratar su insuficiencia renal. Las citas eran frecuentes y siempre salía. En 2022 fue diferente, pronto comenzó a empeorar hasta que sus malestares la llevaron a la muerte.
El 6 de octubre ella misma acudió a las redes sociales para, llena de fe, pedir ayuda solicitando donadores de sangre. Ruth dio a conocer los requisitos junto con la clínica en la que estaba y pidió ayuda urgente por su salud.
Debido a su enfermedad, se convirtió en activista de las donaciones de órganos y promovía este acto para las personas que, como ella, tenían padecimientos en los riñones. Pasó su vida generando conciencia entre amigos y conocidos al mismo tiempo que daba su testimonio de vida en su iglesia y difundía sus creencias con la gente.
Su familia asegura que en una de sus visitas semestrales a la clínica T-21 para realizar su diálisis adquirió una infección que la enfermó de peritonitis, que es acumulación de sangre y fluidos en el abdomen que es donde se realiza el orificio para la diálisis.
Los últimos días de su vida estuvieron llenos de malestares que la hacían retorcerse de dolor que ella afrontaba con fe. Pero la calma no era extensiva a sus familiares quienes, tras verla luchar por su vida y perderla el 23 de noviembre, emprendieron su propia lucha por la verdad.
¿Diagnóstico equivocado?
En entrevista con La Silla Rota, Sol Pimentel, la hermana de Ruth, señala que al morir, les dieron varias explicaciones sobre su fallecimiento, negaron la meningitis; sin embargo, su acta de defunción dice otra cosa.
“En su acta de defunción dice que murió de meningitis. Es un hecho, murió por eso. Y todo el tiempo dieron diagnósticos diferentes”, narra su hermana, Sol Pimentel a La Silla Rota.
El secretario de Salud dio a conocer la versión que el IMSS les dio: había existido una confusión y registraron mal la causa de defunción, pero no era meningitis.
Al caso de Ruth se sumaron 9. Todos eran pacientes con fallas renales y todos se habían atendido en la clínica T-21. Por su parte, el IMSS emitió un comunicado el 8 de diciembre señalando que “hasta el momento no se tiene evidencia epidemiológica para determinar que los casos de parálisis facial atendidos en unidades médicas del IMSS en Guanajuato se relacionen con otros padecimientos”.
El caso de Ruth y de los otros 9 pacientes se cerró. En el IMSS dicen que resolverlo es competencia del estado y en el estado que es responsabilidad del IMSS. Y al consultar la causa real de las muertes al Instituto Mexicano del Seguro Social, a través de una solicitud de transparencia, respondieron que “a la causa de la muerte, la referida Jefatura de Prestaciones Médicas, declaró la confidencialidad de la información, con fundamento en lo dispuesto en el artículo 113, fracción I de la LFTAIP”.
Entre las familias solo quedó confusión, muerte y dolor.