León.- Mona y Geros fueron protagonistas de una verdadera Noche de Halloween, pues cuando empezaron a repartir dulces desde la azotea de la casa de los padres de Mona, quienes desfilaban por las calles vestidos de brujas y calaveras empezaron a lanzarles todo tipo de objetos, como piedras, limones, mandarinas, botellas, dulces y hasta zapatos.
La repartición de "las calaveritas" empezó con normalidad, Mona y Geros participaban en la repartición de dulces en la noche de brujas, pero de repente la gente que recogía lo que les aventaban empezó a agredir a los influencer leoneses y todo se salió de control.
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"A mi me golpearon en el pecho", aseguró Mona en un video transmitido en redes sociales.
Y es que, atraídos por la fama de Mona, alrededor de mil personas se congregaron en el lugar y de repente empezó a reinar el desorden.
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Mona y Geros se vieron obligados a encerrarse en la casa de la mamá de Mona y asustados escuchaban los golpes de zapatos y limones que la gente le lanzaba a la puerta y la fachada de la casa. Todo quedó grabado.
Tomaron la decisión de repartir los dulces dentro de la casa, pero como el lanzamiento de proyectiles continuaba, Mona dijo que mejor entregaría los dulces después en algún crucero o por las calles, a la gente que se encontrara en su camino.
"La gente se pasa, no me está haciendo caso, no se volvió a comportar", se quejó Mona.
Mona, disfrazada de hada en color verde, y a Geros con su acostumbrada gorra y una playera blanca, se mostraron consternados, molestos e incluso temerosos por la forma de comportarse de la gente.
Dentro del video, una noticia más los llenó de enojo, pues acaban de rayar el carro de Geros, quien expresó: "Uno les da la mano y agarran la pata... la gente es muy envidiosa y no respeta".
Llamaron a la Policía, pero los uniformados tardaron en llegar.
Mona se lamentó: "Eran 12 bolsotas de dulces, yo quería que alcanzaran todos los niños, se me quedaron casi todos los dulces, pero no importa, ya los repartiré después, si ahorita la gente quiere dulces, pues que los compre".
Alguien le hizo el comentario sobre el barrio donde vivió su niñez y a donde acudió para repartir dulces, y Mona señaló: "Este ya no es mi barrio, lo acabo de dejar ahorita, me separé de ellos".
La amarga experiencia tenida y el temor lo reflejó Mona al final del video, ya que tenía miedo de salir para irse a su casa en Campestre de Jerez, ya que los gritos y lanzamiento de objetos no cesaban en la calle.
Finalmente, policías municipales llegaron al lugar y Mona y Geros pudieron regresar a su casa, dando así por terminada su Noche de Halloween.
JP