Seguramente si creciste en un hogar católico o con tradiciones navideñas que se apegaban a las creencias donde el 24 de diciembre llega a casa El Niño Dios en lugar de Santa Claus bajando por la chimenea, entonces seguramente viviste la experiencia de dejar bajo el árbol de navidad un zapato con tu carta, donde colocaban qué juguetes querías que te trajera el Niño Dios, no obstante, ¿sabes de dónde nació esta tradición?
Y es que aunque no lo creas, el dejar un zapato bajo el árbol de navidad se realiza en varios lugares del mundo, aunque en realidad está relacionada con la llegada de Niño Dios o en algunos hogares, con la llegada de Santa Claus en Nochebuena, y justo es esa esperanza que tienen los niños para que sus regalos lleguen a su casa, y puedan encontrarlos fácilmente, pues al despertar los veían a lado de su zapato.
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Y es que esta tradición también se extiende para enero, donde se espera que los Reyes Magos puedan ubicar los regalos de cada niño, pues dejaron su zapato junto a su carta, al menos así lo señala la Sociedad Artística Sinaloense (SAS), y es que este símbolo de generosidad y humildad puede llegar a ser simbólico para muchos niños, por lo que suelen reproducir esta tradición en los hogares de sus abuelos.
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Esta es la historia del por qué se deja zapatos bajo el árbol
Una de las historias que se acuerdo con la SAS, es que esta tradición tiene origen en la infancia de Jesús , es decir, está relacionada con la religión católica, donde Jesús cuando era niño, era pobre y no tenía zapatos, por lo se menciona que algunos niños lo vieron andar descalzo y le regalaron un par de zapatos que ya no usaban, y para poder entregárselos, los niños decidieron colocar los zapatos en la ventana antes de dormir, y a la mañana siguiente al asomarse, encontraron regalos.
Es por ello, que podría tomarse esta tradición con aquella historia, donde en lugar de ponerlos en la ventana, se colocan bajo el árbol, no obstante, se cuenta que es mejor colocarlos en la ventana, a fin de que los Reyes Magos, Santa Claus o el Niño Dios puedan verlos.
Y en tu hogar, ¿dónde se acostumbra dejar el zapato?
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