PRECARIEDAD LABORAL

El 78% de los trabajadores en Puebla carece de seguridad social

En tres años, 100 mil personas más quedaron sin acceso a seguridad social en Puebla; los sectores más afectados son el agropecuario, la construcción y los servicios de alojamiento y alimentos, de acuerdo con Acción Ciudadana Frente a la Pobreza

Créditos: Emily Mora
Escrito en ESTADOS el

Puebla, Puebla- La precariedad laboral en Puebla alcanzó niveles críticos: 2 millones 300 mil trabajadores, que representan el 78%  de la población ocupada, carecen de acceso a la seguridad social. Así lo revelan datos del Observatorio de Trabajo Digno de la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, correspondientes al primer trimestre de 2025.

En tres años, 100 mil personas más quedaron sin acceso a seguridad social en Puebla; los sectores más afectados son el agropecuario, la construcción y los servicios de alojamiento y alimentos.

Entre enero y marzo de 2022, la cifra de personas sin afiliación era de 2 millones 200 mil; en solo tres años, se sumaron 100 mil trabajadores más en esta condición, lo que refleja un crecimiento de 4.5%. Con ello, Puebla se colocó como el cuarto estado con más empleados sin esta prestación, solo por debajo de Chiapas, Guerrero y Oaxaca.

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A nivel nacional, el promedio de trabajadores sin seguridad social es de 60%, por lo que Puebla supera esta media en 18 puntos porcentuales. Para especialistas, esta situación responde a un problema estructural en el sistema laboral mexicano, donde convergen prácticas empresariales de informalidad y la falta de supervisión gubernamental.

Sectores más afectados por la precariedad

Los sectores con mayor número de trabajadores sin acceso a la seguridad social en Puebla son el agropecuario, la construcción y los servicios de alojamiento y preparación de alimentos, como restaurantes y hoteles. En segundo plano se encuentran el comercio, los transportes, la industria manufacturera y hasta los servicios financieros, educativos y de salud, además de empleados del propio gobierno.

El problema también tiene una dimensión de género y edad. En el caso de los hombres, 61% carece de seguridad social, mientras que en las mujeres la proporción es de 59%. Por grupos de edad, los más afectados son los jóvenes de 15 a 29 años, de los cuales 61 por ciento no cuentan con esta prestación, frente al 58 por ciento de quienes tienen entre 30 y 64 años.

De acuerdo con Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, la carencia de seguridad social es hoy la principal limitante en materia de derechos laborales y un factor determinante en la medición de la pobreza.

Un problema estructural del sistema laboral

El economista Anselmo Chávez Capó, académico de la UPAEP, explicó en entrevista con El Sol de Puebla, que muchas empresas prefieren mantener en la informalidad a sus empleados porque darles de alta en el IMSS incrementa la nómina en al menos 15 por ciento, además del pago adicional del impuesto sobre nómina. “Resulta más barato tenerlos fuera del sistema”, señaló.

A su vez, criticó que las autoridades carecen de políticas claras para incentivar el empleo formal y tampoco realizan supervisiones suficientes para obligar a las empresas a cumplir con sus obligaciones laborales. “Estas razones generan una evidente falta de oportunidades de empleo formal y explican por qué hoy enfrentamos una gran cantidad de puestos en la informalidad”, advirtió.

Con este panorama, Puebla no solo refleja un problema local, sino también los retos nacionales para avanzar hacia un sistema laboral más justo, con empleos de calidad que aseguren prestaciones básicas y el derecho a un futuro con pensión.

Contexto: Esta información es relevante porque evidencia la magnitud de la informalidad laboral en Puebla, donde más de dos millones de personas carecen de seguridad social, lo que las deja sin acceso a servicios médicos, prestaciones ni pensión. El dato no solo refleja la vulnerabilidad de los trabajadores y sus familias, sino también un problema estructural en el sistema laboral y la ausencia de políticas efectivas para garantizar empleo digno y formal, lo que impacta directamente en la pobreza y la desigualdad social.