Guadalajara, Jalisco- Manifestaciones y protestas estudiantiles se registran esta semana en universidades de Guadalajara, Estado de México, Veracruz y Puebla, donde alumnos y docentes exigen mayor representatividad, democracia interna y atención a demandas administrativas.
En Guadalajara, alrededor de 800 estudiantes de distintos campus de la Universidad de Guadalajara (UdeG) marcharon desde la torre de Rectoría hasta el palacio de gobierno, entregando un pliego petitorio al secretario general, César Barba Delgadillo, e instalando un plantón mientras se abría una mesa de diálogo con autoridades estatales.
Los estudiantes exigieron el desconocimiento de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) como representantes de los alumnos y la cancelación de las elecciones del Consejo General Universitario (CGU), que se realizaban esta semana. Aunque la participación fue menor al total de estudiantes de la UdeG —108 mil en el área metropolitana y 340 mil en toda la red—, se trató de la marcha más numerosa de los últimos años no convocada por la FEU.
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Una comisión entregó el pliego petitorio a Barba Delgadillo, pero no se estableció diálogo directo. El funcionario reiteró la disposición de la universidad a dialogar, aunque negó la suspensión de las elecciones del CGU, y aclaró que la participación estudiantil en cargos de la federación es voluntaria y democrática.
Guadalajara: marchas y exigencias por democracia universitaria
El contingente marchó poco antes de las 11 de la mañana por avenida Juárez hasta el centro de la ciudad, enfrentando altas temperaturas. Afuera del palacio de gobierno, los estudiantes realizaron un mitin con sombrillas y lonas para protegerse del sol, y se solidarizaron con ellos docentes, organizaciones civiles y colectivos de derechos humanos, así como familiares de personas desaparecidas.
María de Jesús Moya, madre de un estudiante, señaló que la idea de que personas externas a la universidad están detrás de las protestas es falsa. “En una universidad pública nadie es ajeno”, afirmó, pidiendo no estigmatizar a quienes se manifiestan fuera de los canales ordinarios.
La maestra Tanya Méndez destacó que también hay demandas de los docentes para mejorar condiciones laborales, incluyendo la firma de peticiones sin miedo a represalias, y denunció arbitrariedades en programas de promoción escalafonaria que afectan a más de la mitad del personal docente que trabaja por asignatura.
Una comisión de alumnos ingresó al palacio de gobierno y abrió una mesa de trabajo con Iván Ricardo Chávez Gómez, subsecretario del Interior, donde se les informó que sus puntos serían analizados.
El pliego petitorio contiene seis demandas centrales dirigidas a la rectora Karla Planter y al gobernador Pablo Lemus, incluyendo reforma de la Ley Orgánica de la UdeG, gratuidad educativa, infraestructura y seguridad universitaria, así como la exclusión de la FEU y sindicatos en el CGU si no representan a la comunidad.
Estado de México: maestros y alumnos exigen mejores condiciones
En el Estado de México, estudiantes y docentes también han mostrado inconformidad por la falta de representatividad y derechos en sus instituciones. Demandan transparencia en procesos administrativos, respeto al derecho a huelga y eliminación de cuotas y pagos obligatorios, que limitan el acceso a la educación superior.
Los docentes han señalado que gran parte de la planta trabaja por asignatura y carece de prestaciones, mientras que los estudiantes buscan mantener gratuidad plena, transporte seguro, becas de manutención y comedores subsidiados. La falta de respuesta ha generado protestas continuas en distintos campus.
Veracruz y Puebla: retrasos en titulación de posgrados
En Veracruz y Puebla, los conflictos se centran en retrasos en la entrega de títulos de maestría y doctorado. Más de 50 estudiantes, en su mayoría docentes de Colombia, Ecuador, El Salvador y Costa Rica, siguen esperando sus diplomas, algunos con retrasos de hasta 22 meses.
Daniel Caicedo, académico colombiano, concluyó su maestría en Educación e Innovación en noviembre de 2023, pero aún no recibe su título. Pese a haber entregado toda la documentación y realizado pagos adicionales, la universidad ha solicitado montos extra y su entrega sigue pendiente, afectando su desarrollo profesional y posibilidades de ascenso.
El costo promedio de las maestrías ascendía a más de 56 mil pesos mexicanos, y algunos estudiantes solicitaron préstamos bancarios para cubrirlo, lo que agrava la urgencia de recibir sus títulos para garantizar beneficios profesionales. Las explicaciones oficiales de la institución han sido inconsistentes, atribuyendo los retrasos a la Secretaría de Educación o problemas con documentación.
Contexto: El caso refleja un panorama nacional de inconformidad estudiantil, que combina demandas por democracia interna, gratuidad y respeto a derechos, con la exigencia de soluciones administrativas inmediatas que afecten la permanencia y desarrollo académico.
Los estudiantes insisten en que sus manifestaciones no buscan confrontación sino participación democrática real, así como mayor transparencia y rendición de cuentas por parte de las autoridades universitarias.
A través de estas acciones coordinadas en varios estados, la comunidad estudiantil busca evidenciar fallas en gobernanza, desigualdad y falta de representatividad, y asegurar que sus voces sean escuchadas en decisiones que impactan directamente su educación y futuro profesional.
