Un grupo de más de 50 estudiantes en toda Latinoamérica permanece sin recibir su título de maestría o doctorado por parte de la Universidad Benito Juárez, ubicada en Puebla. Entre ellos está Daniel Caicedo, un académico colombiano que concluyó su maestría en Educación e Innovación en noviembre de 2023 y que, a la fecha de la entrevista, sigue esperando el diploma que acredita sus estudios. Algunos afectados reportan retrasos de hasta 22 meses.
“Cuando nos terminamos la maestría (en Educación e Innovación), como te digo, en noviembre del 23, nos dijeron esto es un proceso que puede tomar unos seis meses, porque el Ministerio de Educación tiene unos tiempos. Nos mandaron las notas y nosotros entregamos desde el principio de la maestría todos los papeles, y como en marzo del 2024 más o menos, nos pidieron unas fotos, nos pidieron unas firmas para el diploma, y desde ese momento estamos esperando. Ya vamos a cumplir más de 21 meses”, recordó Daniel Caicedo en entrevista con La Silla Rota.
La mayoría de los alumnos son docentes provenientes de Colombia, Ecuador, El Salvador y Costa Rica. Para muchos, el título es un requisito indispensable para ascender en el escalafón profesional de sus instituciones y mejorar sus salarios. En al menos dos casos, los programas fueron financiados directamente por el gobierno colombiano.
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El costo de la maestría ascendía a aproximadamente 12 millones de pesos colombianos (unos 56 mil 600 pesos mexicanos). Para cubrirlo, varios estudiantes solicitaron préstamos bancarios. Además del pago del programa, realizaron un depósito adicional por concepto de derecho de titulación. Sin embargo, pese a contar con comprobantes de pago emitidos hace más de un año, algunos han recibido nuevas exigencias económicas: la universidad les solicita mil 049 dólares más para entregarles el diploma.
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Las explicaciones oficiales de la institución han sido inconsistentes. En distintas ocasiones ha atribuido las demoras a supuestos retrasos en la Secretaría de Educación o a problemas con la documentación de los alumnos.
En el caso particular de Daniel Caicedo, según una serie de correos electrónicos mandados entre él y la UBJ proporcionados a La Silla Rota, el 22 de marzo de 2024 termina de mandar toda la documentación requerida y el 25 de marzo confirma la UBJ el inicio del trámite de titulación con la SEP.
El 25 de agosto la UBJ le informan a Daniel que se estaba demorando el trámite. Finalmente, hasta el 16 de mayo de 2025 le vuelven a solicitar la documentación la cual ya había sido aprobada por la misma institución, y ésta nuevamente la envía Daniel ese mismo día. El 27 de agosto de 2025 por tercera vez le piden la misma documentación. Por estos hechos, Caicedo se dirige mediante correo a la embajada Colombiana para que intervenga y una compañera de posgrado de Daniel manda otro correo a la SEP, pero no han obtenido respuesta alguna.
En una reunión del año pasado, la Universidad Benito Juárez propuso que los afectados pagaran una cantidad adicional a otra institución para que esta “homologara” los estudios y emitiera un título, una opción que muchos consideran inaceptable.
“No les estamos diciendo que sí o sí tienen que cambiarse, les estamos diciendo que ustedes pueden continuar en UBJ, pero por favor que sean conscientes que va a haber una demora en la titulación por el registro de la Secretaría de Educación Pública (...) al correo se les ha mandado a las personas que podrían ser observadas por perfil al cambio de RVOE que se hizo precisamente para los alumnos ecuatorianos que les exige el Senescyt que sea en modalidad escolarizada”, explicó Suri Hernández, administrativo de la UBJ en una videollamada realizada con los afectados El 20 de agosto de 2024.
Ante la falta de soluciones, se están organizando para presentar una demanda colectiva y ya han sido contactados por un abogado en México dispuesto a representarlos.
La respuesta de la UBJ
Mediante un video difundido el pasado 19 de septiembre en sus redes sociales oficiales dirigido a los estudiantes internacionales de maestría y doctorado en el rector de la Universidad Benito Juárez, el Lic. José Juan Jorge Sánchez Zacarias rechazó que la institución educativa fuera un presunto fraude. Esto, luego de que se difundiera un video donde se acusa a la universidad de presunta estafa ante la falta de respuesta y de títulos prometidos a casi dos años de haber concluido los respectivos posgrados.
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“El tema señalado corresponde únicamente a un trámite administrativo de posgrado que involucra a alumnos extranjeros y que por normatividad requieren cumplir con los requisitos propios de México, este asunto, no representa ni define el funcionamiento de toda la institución ni afecta la validez de los demás niveles educativos”, aclaró el rector.
En este video se agrega un número de atención vía WhatsApp para que los afectados puedan dirigirse directamente con el rector, así como los administrativos de la universidad con el fin de continuar con el proceso para que se les entregue el diploma prometido.
Hasta el momento, los exalumnos de posgrados han enviado nuevamente vía correo la documentación solicitada para que continúe su proceso de titulación. Daniel, Richard, Ana, Laura, entre otros estudiantes, volvieron a mandar en días recientes su documentación para que la escuela reanude este procedimiento.
El atraso de títulos profesionales en el país
Contexto: En México, los atrasos en la entrega de títulos profesionales se han convertido en un problema recurrente tanto en universidades públicas como privadas desde 2020, cuando la pandemia de COVID-19 frenó trámites administrativos y redujo drásticamente la emisión de documentos oficiales. Un ejemplo es la UNAM, que pasó de entregar 37 mil 375 títulos en 2019 a 17 mil 461 en 2020, lo que dejó a cerca de 20 mil egresados en espera de su documento.
Situaciones similares se han denunciado en distintos estados: en Puebla, egresados de la Universidad del Valle de Puebla (UVP) acusan retrasos de hasta un año; en Chiapas, estudiantes de la Universidad Salazar (IESCH) llevan hasta dos años sin recibir su título; y en Baja California, más de 60 exalumnos de la Universidad Autónoma de Durango protestaron en Mexicali por retrasos que superan los dos años.
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Este fenómeno también se ha replicado en Veracruz, donde egresados de los tecnológicos de Perote y Xalapa reportan demoras de hasta tres años; en Yucatán, exalumnos de la Universidad de Valladolid denunciaron en abril de 2025 que siguen sin recibir su título tras pagar casi 23 mil pesos por el trámite; y en Durango y otras entidades se han documentado casos similares.
De manera general, los retrasos obedecen a procesos internos lentos, cambios en las autoridades firmantes, errores administrativos, costos excesivos y, en universidades privadas, demoras para programar la toma de protesta profesional. Aunque el contexto de la pandemia en 2020 fue detonante, en 2024 y 2025 persisten las quejas por la falta de entrega oportuna de títulos que afectan la vida laboral y académica de los egresados.