Sierra de Guerrero- En Guerrero, más de mil 500 campesinos tomaron las armas para defender a sus pueblos y comunidades apartadas. La ola de violencia que azota la región, sumada al asesinato de al menos 13 policías comunitarios de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) a manos de un grupo delictivo, y la falta de respuesta del gobierno federal para garantizar la seguridad, son las principales causas de esta decisión.
Una alianza histórica
La situación de violencia en la sierra obligó a los campesinos a conformar una gran alianza entre pueblos para proteger a sus familias y enfrentar a la delincuencia. La emboscada del 19 de agosto contra policías comunitarios permanece en la memoria de sus familias, quienes exigen justicia.
En una asamblea en Puerto Gallo, los habitantes advirtieron: “Que quede claro y se oiga lejos, que el que se apendeje y venga, le vamos a romper su madre”. Armados con escopetas, más de mil 500 hombres marcharon por las veredas de la sierra en busca de grupos criminales que intentan apoderarse del territorio.
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“Si el gobierno no nos atiende, nosotros nos vamos a hacer cargo de la seguridad de nuestras familias y de lo que tenemos en nuestros pueblos”, señalaron durante la reunión comunitaria, donde destacaron que el movimiento también busca salvaguardar los bosques de la zona.
Exigen al gobierno no dejarlos solos
Los campesinos recordaron que en múltiples ocasiones han pedido apoyo al gobierno federal, sin obtener respuesta. Señalaron que la conformación de esta gran alianza es un hecho histórico, aunque reconocieron que implica asumir un riesgo que debería recaer en las autoridades.
La unión de comunidades incluye la parte alta de los municipios de San Miguel Totolapan y Heliodoro Castillo. “No nos dejen solos”, pidió un representante de la comunidad de Pletacaya, mientras se espera que en los próximos días más pueblos se sumen a la alianza.
Algunos habitantes acusaron que el Ejército conoce los movimientos de los grupos criminales en la región, pero no actúa, dejando que embosquen a policías comunitarios con total impunidad. Hasta el momento, el gobierno federal no ha emitido ninguna postura, mientras crece el riesgo de que estalle una serie de enfrentamientos armados entre la delincuencia y los campesinos organizados.
Contexto: Esta información refleja la grave crisis de inseguridad que enfrentan comunidades rurales en México, donde la ausencia de respuestas efectivas del gobierno ha obligado a los propios campesinos a asumir la defensa de sus familias y territorios. La conformación de una alianza histórica en la Sierra de Guerrero no solo muestra la desesperación de quienes han sido víctimas de violencia y abandono, sino que también evidencia el riesgo de un conflicto armado mayor en la región, con consecuencias sociales y de derechos humanos de gran alcance.
