TUXTLA GUTIÉRREZ.? De acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SNVE), dependiente de la Secretaría de Salud federal, de los 39 casos registrados por miasis de “Cochliomyia hominivorax” en humanos en este país, Chiapas concentra 36 y Campeche el resto.
Además, advierte que alrededor de 15 municipios de esta entidad están afectados por la enfermedad que originalmente impacta al ganado, pero que también “golpea” a personas y animales silvestres y domésticos como perros y gatos.
Según el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), hasta este mes se han contabilizado más de 4,730 casos en animales, la mayoría ?arriba de 80 puntos porcentuales en bovinos. De ese total poco más de 630 continúan activos.
Te podría interesar
Preocupación en ganaderos
Rogelio, productor ganadero local, lamenta que la reaparición del GBG los impacte en muchos sentidos, como lo que ocurre con la desinformación que solo merma el consumo de carne de res.
“No hay que hacer caso de las noticias erróneas, amarillistas, lo que sí puedo decir es que la carne que se consume no está contaminada, los rastros están bien supervisados”, refiere en entrevista.
También le preocupa al productor, que los apoyos no lleguen tan rápido al sector ganadero, lo que se requiere para evitar una mayor propagación de ese mal; “porque solo un espray para prevenir te sale como 400 pesos y otro para curar las heridas te sale como 500 pesos, y en dos o tres curadas esos botes se acaban”.
Tras revelar que él por propia cuenta se ha asesorado con expertos, sugiere que las autoridades los apoyen aún más para que la problemática no se expanda.
Hasta la semana epidemiológica número 32, según el mismo SNVE, de los 36 casos registrados en Chiapas en humanos, nueve están en Tapachula (dos de ellos con lugar de residencia en Mazatán y Huixtla); Escuintla y Villacomaltitlán dos cada uno; la jurisdicción de Huixtla dio a conocer cuatro: dos de Motozintla y un par más de Tuzantán; Mapastepec también dos, uno ahí mismo y otro de Acacoyagua.
Tonalá y Ocosingo también presentaron un par de casos cada uno; Pichucalco uno, Chilón tres; Mazatán (un hombre originario de Oaxaca es el afectado), Huehuetán, Yajalón, Suchiate, San Juan Chamula, Sitalá y Salto de Agua, estos últimos con un evento cada uno.
Del total de infectados, 23 casos afectan a varones y el resto a mujeres; asimismo, 24 fueron dados de alta por mejoría; dos se reportan estables, pero con tratamiento ambulatorio; uno fue dado de alta por traslado; una mujer aún permanece hospitalizada y cinco con tratamiento ambulatorio.
En uno de los 3 casos que presenta Campeche, una mujer de 86 años de edad, identificada como Candelaria, perdió la vida por esa situación; su diagnóstico fue defunción por carcinoma epidermoide.
Hambrienta "buscaheridas"
“Cochliomyia hominivorax”, cuyo tamaño es tres o cuatro veces mayor al de una mosca normal, tiene ojos “anaranjados” y rayas en la parte dorsal, se alimenta principalmente del tejido vivo de animales o humanos; esto lo logra luego de detectar una herida en los mismos para poner sus huevos, lo que se conoce como miasis. Aunque también los colocan en cavidades naturales como las fosas nasales o en los oídos.
Para investigadores de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), una sola mosca hembra puede poner entre 300 a 500 huevos, y pueden volar hasta 200 kilómetros en siete días, lo que extiende demasiado su rango de distribución.
Además, evidenciaron que Chiapas es “tierra fértil” para la reproducción de la mosca que produce el gusano barrenador no sólo por su temperatura, sino por otros factores como el tipo de suelo, los patrones de lluvia de mayo hasta septiembre e incluso los factores socioeconómicos que abonan a que esta plaga mantenga su presencia en estas regiones.
“En este lapso se aumenta el riesgo de que el ganado pueda presentar heridas por resbalones, huracanes, inundaciones, entonces queda vulnerable y por ello la presencia de la mosca se mantiene; además, se reproducen las garrapatas, y sabemos que basta con una mordedura de este insecto para que una mosca pueda atacar al ganado”.
Gerardo González, especialista en salud comunitaria y enfermedades emergentes de San Cristóbal de Las Casas, advierte que, por desgracia, la mayoría de casos de humanos se da en comunidades muy marginadas, incluso sin acceso a la salud.
Advierte que por lo regular, los más afectados por la miasis son los campesinos, quienes se hieren mucho con los instrumentos que utilizan, “hablamos de machetes y hasta piedras, que son lacerantes, y esta interacción con los animalitos provoca todo”.
Aunque se maneja una cifra de humanos afectados, el experto asevera que, por desgracia, reportar no es fácil y por ello la cifra podría ser mucho mayor. Lo peor de todo ?comenta? es que, cuando una lesión no es atendida, puede ser mortal.
Panamá envía millones de moscas a Chiapas
En el año de 1974, fue creada en Chiapa de Corzo, Chiapas, una planta para la producción semanal de hasta 500 millones de moscas estériles para combatir al gusano barrenador.
Sin embargo, en la actualidad, esa infraestructura que ?se anunció hace unos meses? sería reactivada, ya no lo será porque en ese espacio existe un cuartel de la Guardia Nacional; antes sirvió como una estación migratoria.
Además, las propias autoridades afirmaron que la planta que se construyó en Metapa de Domínguez, en la región Soconusco de esta entidad del sureste mexicano, comenzará a operar en el 2026.
Mientras ello ocurre, la misma Senasica reporta que echan mano de la planta situada en Panamá, misma que les proporciona más de 880 millones de moscas estériles para dispersarlas en regiones estratégicas de Chiapas.
Tras recordar que México erradicó la plaga en 1991, Pablo Liedo, investigador del Ecosur en Tapachula, expone que la reaparición de la mosca se debió a la deforestación de la Selva o Tapón del Darién, entre Colombia y Panamá, además del comercio de ganado ilegal, “porque entra sin ningún control, pero simplemente la capacidad de desplazamiento de ese insecto”.
Aunque por alrededor de 30 años se vivió sin esa plaga, el especialista afirmó que, en 2016, hubo un brote en Florida, Estados Unidos, pero se reaccionó de forma inmediata y con ello se vitó su pronta expansión.
Entre los síntomas más comunes, se encuentran las heridas dolorosas provocadas por las larvas, acompañadas de una incómoda sensación de movimiento o cosquilleo bajo la piel, como si “algo caminara” en la zona afectada. En etapas tempranas también pueden presentarse escalofríos, y conforme avanza la infección, es frecuente la aparición de fiebre, lo que indica que el organismo está reaccionando ante la lesión.
Contexto: Esta información es crucial porque revela un problema de salud pública que no solo pone en riesgo al sector ganadero —motor económico de Chiapas y Campeche-, sino también a poblaciones vulnerables que carecen de servicios médicos suficientes. La reaparición del gusano barrenador, erradicado en México en 1991, demuestra cómo factores ambientales, socioeconómicos y de control sanitario influyen en la propagación de enfermedades zoonóticas que pueden tener consecuencias graves e incluso mortales si no se atienden de manera oportuna.