CHILPANCINGO, GUERRERO- En Chilpancingo, 500 familias viven bajo la amenaza de ser sepultadas por sus casas tras un deslizamiento de una ladera que ha dejado serias afectaciones en al menos 300 viviendas que actualmente son inhabitables; pese a que se ha informado al alcalde Gustavo Alarcón Herrera, sobre esta situación no ha hecho nada al respecto.
Viejo problema
Según vecinos de 20 colonias que viven la zona norponiente de la capital del estado, este problema lo han venido padeciendo desde hace más de 14 años y las autoridades como no ven que nadie muere aplastado por su casa, no han actuado para ayudar a las familias a salir del peligro.
Cualquiera que no sea experto, al ver en las condiciones en las que se encuentran las casas actualmente, se daría cuenta que viven bajo el riesgo de morir aplastados por los techos de cemento, incluso los daños estructurales se ven desde cualquier ángulo que se mire.
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Sobre este problema y considerando que Guerrero, es un estado con zonas sísmicas de alta densidad, los afectados han presentado oficios e incluso han sostenido varias reuniones pero no hay una respuesta tangible. José de Jesús Victoria Ríos, presidente de la colonia Villas Tlalmeca, dijo: no existe hasta ahora un terreno definido para iniciar el proceso de reubicación. “No tenemos nada concreto, solo palabras, ni siquiera existe un predio para ese fin".
"Nos vamos a manifestar", advierten afectados
En un estado donde es común que para que el gobierno local actúe, necesitan cerrar calles y avenidas, las familias afectadas se dicen "nos vamos a manifestar" el próximo mes de septiembre.
Son habitantes de por lo menos 20 colonias, que van realizar una serie de protestas en diferentes puntos de Chilpancingo, para exigir una solución a una situación que los mantienen en vilo.
La falla geológica ahí está, como también los daños estructurales a las 300 viviendas que en este mismo momento, no se pueden habitar por el peligro que representa que se colapsen, dijeron los afectados.
Los inconformes, sostienen que “ya no queremos más atolito con el dedo”.
Por su parte, la presidenta de la Ampliación San Rafael Norte, María del Socorro Morales Cruz, advirtió que las lluvias recientes han incrementado el riesgo. “Al inicio teníamos 6 familias en semáforo rojo, hoy ya son 20 y cada día que pasa los daños aumentan considerablemente, las viviendas se vuelven más inseguras”, asentó.
Con recursos propios han tenido que atender la emergencia
Entre otras cosas, las afectaciones por esta falla geológica, han perjudicado la tubería de agua potable y el drenaje. Los habitantes de esa zona de alto riesgo, denunciaron que han tenido que gastar lo poco que tienen para poder reparar los daños y no quedarse sin los servicios básicos, pero eso no resuelve de fondo el problema.
Algo que también les preocupa en gran manera, son las condiciones en las que viven. El gobierno de Chilpancingo, -no ha otorgado un solo descuento al impuesto del predial-, pues viven al borde de la muerte y eso no es motivo siquiera para condonar el pago.
“Nos hemos mantenido pacíficos, no hemos hecho marchas ni tomas, pero parece que al gobierno no le importa, no le gusta eso, y solo hemos recibido promesas vacías”, dijo Morales Cruz.
La representante de los edificios de Casas Geo, Rita Aguilera Pastor, declaró que el cerro ya sepultó el primer piso de algunos edificios de cinco niveles y varias construcciones están partidas a la mitad.
“Estamos en riesgo de una tragedia humana. El gobierno destina dinero a proyectos como el recinto ferial, pero no a salvar vidas”, lamentó. En tanto, Humberto Vergara Flores, tesorero de la colonia Siglo XXI, subrayó que la próxima reunión con autoridades estatales, federales y municipales se llevará a cabo el 23 de septiembre.
Advirtieron: “Si no nos dan solución, no nos queda otro camino que actuar. No queremos afectar a terceros, pero tomaremos edificios y carreteras”, advirtió. Colonos informaron presentaron al menos 6 propuestas de predios para la reubicación y las autoridades alegan altos costos o inviabilidad técnica. “Nos piden propuestas, pero nunca concretan.
Y es que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), ha informado que solo puede intervenir una vez que se cuente con un terreno y ofreció construir viviendas de 50 metros cuadrados a los afectados con predios propios. Sin embargo, los vecinos aseguraron que hasta ahora no existe ningún avance real.
Según certificación de Protección Civil, unas 300 casas ya fueron deshabitadas, mientras que cerca de 200 familias permanecen en la zona, porque no tienen otro sitio a dónde ir. Algunas rentan y otras viven con familiares.
Son familias que compraron los terrenos de manera legal, pagando impuestos como el pago del predial año con año, no es una superficie de tierra irregular o una invasión. Los afectados solo no piden nada regalado, solo que les den una opción para dejar lo que con tantos años de trabajo construyeron a saber su patrimonio familiar que ahora están a punto de caerse.
Contexto: Esta información es relevante porque evidencia una situación de alto riesgo para cientos de familias, mostrando cómo la falta de atención de autoridades locales y estatales ante desastres naturales potenciales puede poner en peligro vidas humanas. Además, alerta sobre la vulnerabilidad de comunidades asentadas en zonas geológicamente inestables y subraya la necesidad urgente de medidas de prevención, reubicación y políticas públicas que protejan la integridad y patrimonio de los habitantes.
