MÉRIDA, YUCATÁN— El Gobierno de Yucatán decretó veda sanitaria general en la franja costera comprendida entre Progreso y Celestún, luego de confirmarse la presencia de un evento de marea roja que representa riesgo para la salud de la población.
De acuerdo con los resultados de laboratorio de muestras recolectadas el 9 de agosto, se detectaron concentraciones superiores a los límites permitidos de las microalgas tóxicas Prorocentrum lima y Pyrodinium bahamense. Estos organismos, que pueden provocar intoxicaciones y afectaciones respiratorias, fueron hallados tanto en la línea costera como mar adentro.
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El Comité Interinstitucional de Seguimiento y Evaluación de Marea Roja 2025, acordó por unanimidad establecer la prohibición de captura, venta y consumo de cualquier especie marina en la zona afectada, aplicable a la pesca ribereña hasta 40 kilómetros mar adentro.
Además, se mantendrá vigilancia sanitaria con muestreos continuos y se recomienda a la población evitar bañarse en el mar, debido al riesgo de irritaciones en piel, ojos y vías respiratorias, en especial en niñas y niños. También se exhorta a no recolectar ni consumir especies que lleguen a la orilla.
Urgencia en monitoreo costero
El fenómeno ya había sido advertido desde la semana pasada por investigadores del Cinvestav, quienes detectaron el inicio de la floración de algas nocivas en la zona. Incluso, los especialistas alertaron sobre la presencia de una mancha de marea roja de aproximadamente 20 kilómetros cerca de Progreso, que provocó la arribazón de fauna marina a la orilla de la playa; sin embargo, en ese momento las autoridades descartaron que se tratara de este fenómeno.
Además, especialistas en recursos marinos de ese centro de investigación señalan que tampoco existen datos actualizados de las condiciones del litoral yucateco, por lo que urge implementar un sistema permanente de vigilancia y monitoreo para anticipar afectaciones como las provocadas por la marea roja.
Alejandro Souza, jefe del Departamento de Recursos del Mar del Cinvestav Mérida, explicó que es necesario contar con un centro especializado que registre parámetros clave como temperatura, oxígeno y pH, lo que permitiría predecir mejor las condiciones del océano. Actualmente, en el país solo existe un observatorio de este tipo en La Paz, Baja California, pero carece de las condiciones para obtener datos más precisos.
“Debemos trabajar en un sistema de monitoreo costero que no solo sirva al sector pesquero, sino a todas las actividades que dependen del mar, desde el turismo hasta la producción de alimentos”, indicó.
Por su parte, el investigador Jorge Herrera, subrayó que contar con un programa de observación continua reduciría la incertidumbre y facilitaría la toma de decisiones oportunas ante fenómenos marinos adversos.
En tanto, las autoridades informaron que la contingencia será atendida de forma coordinada por la Secretaría de Salud de Yucatán, la Secretaría de Marina, Seguridad Pública, Protección Civil y los ayuntamientos costeros, manteniendo sesiones permanentes mientras dure el fenómeno.
Contexto: Esta información es importante porque alerta sobre un riesgo sanitario significativo derivado de la marea roja en la costa de Yucatán, que afecta la seguridad alimentaria y la salud pública al prohibir la captura, venta y consumo de productos marinos en una amplia zona.
