La violencia que golpea a diversas regiones del país se ha reflejado en los últimos días en una serie de hallazgos de restos humanos embolsados, muchos de ellos desmembrados. Desde Jalisco hasta Puebla, pasando por Guanajuato, el Estado de México y Tabasco, los reportes se multiplican con una frecuencia inquietante, revelando un panorama de brutalidad sistemática e impunidad que persiste en el país.
Este jueves, en el tercer día de búsqueda en una fosa ubicada en el predio de Las Agujas, en Zapopan, Jalisco, integrantes del colectivo Guerreros Buscadores localizaron ocho bolsas con restos humanos. El hallazgo se suma al del miércoles, cuando el mismo colectivo encontró tres bolsas con ropa. Este sitio colinda con otro terreno donde previamente se hallaron restos de al menos 34 personas. Guerreros Buscadores es el mismo colectivo que denunció públicamente el caso del Rancho Izaguirre, donde en marzo pasado se hallaron cientos de restos humanos.
Por la mañana, pero en la Sierra Negra de Puebla, al menos ocho cuerpos presuntamente desmembrados fueron encontrados dentro de bolsas negras sobre la carretera federal El Seco–Azumbilla, en el municipio de Nicolás Bravo, en los límites con Veracruz. Las autoridades aún no confirman la cifra exacta ni la identidad de las víctimas.
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Los casos previos
El miércoles, en el municipio de Cárdenas, Tabasco, fue localizada una bolsa con restos humanos y un mensaje amenazante en el ejido Zapotal 3a Sección. Mientras tanto, ese mismo día, pero en el municipio de Valle de Santiago, en Guanajuato, automovilistas reportaron al 911 la presencia de dos bolsas negras en la carretera entre las comunidades de La Magdalena y Gervasio de Mendoza. Al interior se hallaban partes de un cuerpo humano desmembrado.
Dos días antes, el lunes, también en Guanajuato, pero en el municipio de Pénjamo, restos humanos fueron hallados al margen del río Huscato, dentro de varias bolsas plásticas abandonadas en un callejón. Ese mismo día, pero en el Estado de México, fueron localizadas cuatro bolsas con restos humanos en los municipios de Ecatepec, Acolman y Tecámac. En al menos tres de los casos, las bolsas estaban acompañadas de mensajes de amenaza presuntamente firmados por el grupo criminal "Cártel Nuevo Imperio".
De acuerdo con las autoridades, todos los restos pertenecían a una misma persona, cuyos segmentos fueron dispersados en distintos puntos de la región. Uno de los envoltorios fue abandonado a plena luz del día en la carretera federal México-Pachuca; otros se hallaron en la carretera Lechería-Texcoco y en la autopista México-Pirámides. El último hallazgo se dio en Tecámac, donde usuarios de un paradero de transporte alertaron sobre el olor fétido que salía de una bolsa.
¿Por qué este tema es importante? La violencia extrema en México, una rutina de atrocidades
Contexto: los recientes hallazgos de cuerpos desmembrados y embolsados en al menos cinco estados —Jalisco, Puebla, Guanajuato, Tabasco y Estado de México— reflejan una constante de crueldad que va mucho más allá de los números. Según el más reciente informe de Causa en Común, en México se cometen en promedio 14 atrocidades al día, entre ellas una masacre diaria, casi cuatro asesinatos con tortura y más de un caso de mutilación o destrucción de cadáveres cada jornada.
Entre enero y marzo de 2025, esta organización documentó 1,321 atrocidades que dejaron al menos 1,914 víctimas, con Sinaloa, Guanajuato, Puebla, Michoacán y Guerrero encabezando la lista de entidades con más eventos de este tipo. En este contexto, Puebla —donde este jueves fueron localizados cuerpos desmembrados sobre la carretera El Seco–Azumbilla— registró 98 atrocidades solo en el primer trimestre del año, lo que lo coloca como uno de los focos más preocupantes de violencia extrema.
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Las “atrocidades”, explica Causa en Común, no son solo crímenes comunes. Se trata de actos que implican una violencia deshumanizante, como masacres, tortura, calcinamientos, fosas clandestinas y ataques contra personas en situación de vulnerabilidad. El hallazgo de restos humanos en bolsas, acompañado en varios casos por mensajes de amenaza o evidencia de mutilación, es un síntoma visible de este patrón de brutalidad.
JCVP