Teziutlán, Puebla.— Geraldine, una mujer trans y activista de la comunidad LGBT+, fue víctima de un intento de feminicidio la noche del sábado 26 de julio, luego de que un hombre, con quien presuntamente sostenía una cita, la golpeara y arrojara a un barranco de más de 50 metros de profundidad tras enterarse de su identidad de género.
De acuerdo con los primeros reportes, el agresor reaccionó violentamente tras descubrir que Geraldine era una mujer trans: primero la insultó, después la golpeó y finalmente la empujó al vacío. El ataque fue presenciado por personas que se encontraban cerca del lugar, quienes alertaron de inmediato a las autoridades.
Elementos de Protección Civil de Teziutlán acudieron al sitio y, tras un operativo de rescate en una zona de difícil acceso, lograron localizar a Geraldine con vida, entre vegetación y riscos. La víctima presentaba múltiples contusiones y lesiones derivadas tanto de la caída como de la agresión física, por lo que fue trasladada al Hospital Regional, donde permanece bajo observación médica y su estado se reporta como estable.
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Condenan crimen como acto de transfobia
El ataque ha sido calificado como un crimen de odio por activistas y representantes populares. La diputada local Cinthya Gabriela Chumacero Rodríguez, integrante de la LXII Legislatura del Congreso del Estado de Puebla y primera legisladora trans del estado, condenó el hecho públicamente.
“Estos hechos no son aislados, forman parte de un patrón sistemático de violencia que diariamente enfrenta la comunidad LGBTTTIQANB+ en nuestro estado y en todo el país. La transfobia mata, y el silencio institucional también”, afirmó.
Chumacero informó que ya estableció contacto con la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Cometidos contra la Comunidad LGBTTTIQ de la Fiscalía estatal, con el objetivo de garantizar atención integral a la víctima y que se realice una investigación con perspectiva de género y derechos humanos.
“¡Ni una agresión más! ¡Ni un crimen de odio más!”, concluyó la legisladora en su posicionamiento.
Segundo ataque LGBT+ en menos de un mes en Puebla
El caso de Geraldine es el segundo ataque contra personas LGBT+ en Puebla en menos de un mes. El pasado 17 de junio, Fabián Barrales fue agredido violentamente mientras cenaba tacos con su pareja en una sucursal de La Oriental, cerca de la CAPU, en la ciudad de Puebla.
El ataque, presuntamente motivado por su orientación sexual, provocó una ola de indignación entre colectivos y defensores de derechos humanos, quienes exigen justicia y que se garantice una investigación con enfoque en diversidad sexual.
¿Por qué este tema es importante?
Contexto: la violencia contra personas trans en México, particularmente contra mujeres trans, continúa siendo una grave crisis de derechos humanos. Tan solo en 2023, se registraron 66 asesinatos de personas LGBTI+ en el país, de los cuales 43 eran mujeres trans, es decir, cerca del 65% del total, de acuerdo con el informe anual de la organización Letra S.
Esta tendencia no ha disminuido. En 2024, se documentaron al menos 55 asesinatos de mujeres trans, la cifra más alta en tres años. Además, entre mayo de 2023 y mayo de 2024, se identificaron al menos 31 crímenes por prejuicio, cometidos principalmente contra mujeres trans, lo que refleja un patrón sistemático de violencia motivada por transfobia.
En lo que va de 2025, ya se han registrado al menos seis transfeminicidios, según el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra Personas LGBT. Este tipo de crímenes no solo son recurrentes, sino que muchas veces quedan impunes o son minimizados por las autoridades, al no ser investigados con enfoque de género e identidad.
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México se mantiene entre los países con más asesinatos de personas trans en América Latina, una región que concentra el 68% de los crímenes contra personas trans a nivel global, de acuerdo con el observatorio internacional Trans Murder Monitoring.
JCVP