En un suceso sin precedentes que escaló de una denuncia en redes sociales a una confrontación masiva, una multitud de ciudadanos indignados acorraló a un convoy del Ejército Mexicano la noche del viernes pasado. La movilización fue desatada por la transmisión en vivo de un padre de familia que acusó a los soldados de robar a su hijo 50 mil pesos, mil dólares y varios teléfonos celulares durante una supuesta revisión de rutina.
El incidente comenzó cuando el joven, hijo del empresario Miguel Ríos García, salía de un negocio familiar de telefonía celular en la Pulga de la Colonia Infonavit Fundadores, acompañado de dos de sus empleados. Fue entonces cuando un convoy militar, compuesto por 20 elementos en dos camionetas Cheyenne y un vehículo blindado Sandcat, los detuvo. Según la denuncia, durante la inspección, los soldados encontraron el dinero y los aparatos en la guantera del vehículo, los confiscaron y, antes de liberarlos, los amenazaron para que no denunciaran, advirtiéndoles que si lo hacían los "levantarían" en sus domicilios.
Tras ser notificado, Miguel Ríos García, quien se encontraba en Monterrey, regresó a Nuevo Laredo en menos de una hora. Junto a su hijo, inició una persecución del convoy militar, transmitiendo toda la búsqueda en vivo a través de Facebook y pidiendo el apoyo de la ciudadanía para localizar a los responsables.
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La respuesta de los neolaredenses fue inmediata y abrumadora. Conductores que veían la transmisión comenzaron a reportar la ubicación de unidades militares que coincidían con la descripción. Cerca de las 10:00 de la noche, el convoy fue localizado con las luces apagadas en la Avenida Ruiz Cortines. En cuestión de minutos, decenas de vehículos de ciudadanos llegaron al lugar, rodearon a los soldados y les bloquearon el paso, exigiendo la devolución de lo robado.
La presión de la multitud, que crecía con el paso del tiempo, obligó a los militares a negociar. Al lugar arribaron altos mandos del Decimosexto Regimiento de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para intentar controlar la situación. Los soldados implicados devolvieron los mil dólares y 2 mil pesos, pero argumentaron que la otra parte del dinero se la había llevado el personal que viajaba en el vehículo blindado. El Coronel David González Carrasco se comprometió personalmente a que los 48 mil pesos restantes serían entregados este sábado.
Durante la tensa negociación, el hijo de la víctima grabó en audio la conversación con los militares desde el interior de una de las camionetas, material que, según su abogado, Roberto Puente, será utilizado como prueba en la denuncia formal.
El suceso también atrajo a otras personas que se presentaron en el lugar para denunciar haber sido víctimas de despojos similares por parte de elementos militares. Además, al menos dos conductores reclamaron que sus vehículos fueron dañados por las camionetas del ejército durante la persecución.
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Miguel Ríos García anunció que este sábado presentará una denuncia formal ante las autoridades correspondientes. Su abogado, Roberto Puente, informó que ya prepara la querella por delitos que incluyen abuso de autoridad, robo, extorsión, amenazas y uso indebido de funciones públicas.
kach