Un hombre de 48 años fue encontrado muerto al interior de una patrulla de la Policía Municipal de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. La víctima, identificada por vecinos como “El Cholo”, presentaba traumatismo craneoencefálico y múltiples lesiones visibles. Cuatro policías están bajo investigación por estos hechos.
El fiscal estatal Salvador González de los Santos confirmó este jueves que los elementos involucrados ya fueron puestos a disposición del Ministerio Público, luego de que la Comisaría de Seguridad Pública municipal reconociera su presunta responsabilidad en los hechos. Con ello, los agentes quedaron sujetos a investigación formal por parte de la Fiscalía, que ya integró una carpeta por homicidio.
Los hechos comenzaron cerca de las 23:00 horas del miércoles 23 de julio, cuando los policías ingresaron al Fraccionamiento Quintas del Valle, en el cruce de Quinta Villa Alemana y Quinta Curicó, y detuvieron al hombre sin que, según testigos, existiera una causa justificada.
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Familiares y vecinos intentaron impedir el arresto, lo que provocó un enfrentamiento. Los agentes dispararon en varias ocasiones pese a la presencia de menores de edad, dejando herido por rozón de bala al hijo del detenido.
La víctima fue subida a la patrulla con número económico TZ386. Minutos después, los policías se dirigieron hacia una brecha ubicada en el cruce de González Gallo y Camino a Santa Cruz del Valle, donde finalmente se solicitó apoyo médico. Paramédicos confirmaron que el hombre ya no tenía signos vitales y que presentaba golpes en la cabeza, rodillas, codos y otras partes del cuerpo.
Investigación en curso y señalamientos
Personal de la fiscalía estatal, adscrito al área de homicidios intencionales, acudió al sitio para realizar peritajes. La dependencia señaló que en la zona hay cámaras del sistema de videovigilancia Escudo Urbano C5, cuyos registros ya se están analizando como parte de la investigación.
Vecinos identificaron a uno de los agentes implicados con el apodo de “Cara de Niño” y exigieron justicia por lo que califican como un abuso de autoridad y posible ejecución extrajudicial.
La fiscalía no ha confirmado si los elementos permanecerán bajo custodia ni qué medidas cautelares se les aplicarán en lo inmediato.
¿Por qué este tema es importante?
Contexto: el caso de Tlajomulco no es un hecho aislado. Diversos informes de organismos nacionales e internacionales han documentado un patrón sistemático de abuso policial en México, especialmente durante detenciones. De acuerdo con Human Rights Watch, basado en datos del INEGI, dos de cada tres personas detenidas han reportado haber sido golpeadas, una tercera parte sufrió asfixia simulada y una quinta parte recibió descargas eléctricas. Además, en muchos casos los policías no se identificaron como autoridad y realizaron detenciones sin orden judicial, llevándose a las víctimas a lugares no oficiales.
Una investigación publicada por Scielo México halló que el 41.6% de los abusos por parte de policías investigativos ocurrieron dentro de vehículos oficiales, como patrullas. Este dato cobra relevancia en el caso de Tlajomulco, donde el hombre apareció muerto en el interior de una unidad policial.
A pesar de la gravedad de estos abusos, la impunidad es la norma. Según Amnistía Internacional y el Informe Mundial 2023 de Human Rights Watch, los agentes que emplean fuerza excesiva rara vez son sancionados. Las víctimas enfrentan trabas en el acceso a la justicia, y muchas veces sus denuncias no avanzan debido a la protección institucional que rodea a los cuerpos de seguridad.
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Este panorama ha generado una desconfianza ciudadana generalizada hacia la policía. Estudios académicos en Ciudad de México y el Estado de México revelan que el uso de la fuerza se percibe como algo habitual y difícil de controlar, tanto desde dentro de las corporaciones como desde la sociedad civil.
JCVP