VIOLENCIA EN MICHOACÁN

Violencia en Michoacán: hallan 4 cuerpos en la autopista Morelia-México

La zona donde ocurrió el ataque, colindante con Morelia, ha sido escenario frecuente de enfrentamientos, asesinatos y hechos de violencia extrema

Escena del crimen en Zinapécuaro, donde cuatro personas fueron asesinadas y abandonadas junto a un vehículo.Créditos: Especial
Escrito en ESTADOS el

Morelia, Michoacán.- Cuatro personas —tres hombres y una mujer— fueron asesinadas a tiros y sus cuerpos abandonados junto con un vehículo sobre la autopista Morelia-México, a la altura del municipio de Zinapécuaro.

El multihomicidio fue adjudicado por Alan Martínez Durán, alias El Primo, presunto líder criminal con operaciones en Zinapécuaro y Queréndaro.

El Primo mantiene una disputa territorial con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y su brazo armado, Los Correa, grupo que opera en el municipio de Ciudad Hidalgo.

La zona donde ocurrió el ataque, colindante con la capital michoacana, ha sido escenario frecuente de enfrentamientos, asesinatos y hechos de violencia extrema.

¿Por qué es importante este tema?

Contexto: Alan Martínez Durán, alias “El Primo” o “Comandante X”, es un líder criminal con fuerte presencia en Zinapécuaro y Queréndaro, Michoacán. Fue uno de los principales operadores del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la región oriente del estado, hasta que en 2022 rompió con la organización. Esta escisión desató una guerra interna entre facciones delictivas que ha escalado en violencia y alcance.

Desde entonces, “El Primo” encabeza una célula criminal autodenominada Grupo X, enemiga directa de William Edwin Rivera Padilla, alias “El Barbas”, otro operador del CJNG respaldado por el grupo Los Correa, brazo armado ligado a La Familia Michoacana.

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Además de su poder bélico —con capacidad para movilizar comandos armados, lanzar granadas y emboscar policías—, El Primo ha buscado copar y controlar corporaciones municipales de seguridad, especialmente en los municipios donde opera. Incluso ha amenazado de muerte a mandos policiales que no accedieron a colaborar, como en el caso del director de la policía municipal de Queréndaro, Daniel Garfias Reséndiz.

JCVP