La Secretaría de Marina (Semar) informó que la plataforma contratada por la empresa SpaceX para recuperar restos de sus cohetes en el Golfo de México, frente a las costas de Matamoros, Tamaulipas, realizó trabajos sin contar con los permisos correspondientes, por lo que se evalúan posibles sanciones.
El titular de la dependencia, almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, explicó que si bien la estructura contaba con autorización para internarse al país, no cumplió con los requisitos necesarios para operar.
“Es una plataforma que contrató la empresa SpaceX para recuperar los restos de algunas [naves]. Tuvo permiso de internación al país, pero no cumplió con los requisitos para poder trabajar y ya se retiró. Estamos viendo las sanciones que corresponden porque hicieron algunos trabajos sin permiso”, declaró en la conferencia matutina desde Palacio Nacional.
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El señalamiento se dio luego de que la presidenta Claudia Sheinbaum fue cuestionada sobre la presencia de la plataforma en aguas nacionales. En su respuesta, la mandataria señaló que hay una investigación en curso por posibles daños ambientales causados por la caída de restos de cohetes de la empresa de Elon Musk en aguas y playas mexicanas.
“La Secretaría del Medio Ambiente está evaluando la parte ambiental; también están involucradas la Secretaría de Marina, la Agencia de Transformación Digital, Gobernación y Relaciones Exteriores. Ya se terminó prácticamente el estudio y pronto lo vamos a presentar porque sí hay afectaciones a nuestro país”, indicó Sheinbaum.
La plataforma fue detectada desde el pasado 18 de julio, cerca de Playa Bagdad, en el municipio de Matamoros, colindante con las instalaciones de SpaceX en Starbase, Boca Chica, Texas. Dos días después, la organización ambientalista Conibio Global documentó en video las operaciones de grúas dentro de aguas mexicanas, presuntamente para recuperar fragmentos de las naves Starship 8 y 9.
Recuperan restos del cohete de SpaceX frente a costas de Tamaulipas
A 17 kilómetros de Playa Bagdad, en el municipio de Matamoros, opera desde hace varios días una plataforma marítima que realiza labores de recuperación de restos del cohete Starship, lanzado el pasado 27 de mayo por la empresa SpaceX, de Elon Musk. La plataforma fue traída desde Nueva Orleans por la firma estadounidense Seacor Marine, y está extrayendo propulsores, motores y tanques del fondo del mar sin que se haya confirmado si cuenta con autorización del gobierno mexicano.
La operación ha generado preocupación entre pescadores y organizaciones ambientalistas, quienes aseguran que la presencia de la estructura ha ahuyentado fauna marina y pone en riesgo al ecosistema costero. Uno de los principales denunciantes es Jesús Elías Ibarra Rodríguez, director de la organización Conibio Global, quien se encuentra en el lugar y documentó los trabajos de la plataforma.
“El cohete explotó y cayó en aguas nacionales mexicanas. Lo que están recuperando ahora son los motores Raptor y los tanques que se hundieron tras la explosión. La plataforma lleva tres días operando aquí, sin que sepamos si tienen permiso para estas actividades”, denunció Ibarra Rodríguez en un video grabado desde el Golfo de México.
El activista recordó que, tras el fallido lanzamiento del Starship 8 y 9 desde Boca Chica, Texas —a unos kilómetros de la frontera—, millones de fragmentos de plástico, aluminio, madera y componentes del sistema contraincendios del cohete llegaron a costas mexicanas, afectando un tramo de 40 kilómetros en Playa Bagdad. Entre los daños ambientales reportados se encuentra la alteración del hábitat marino, contaminación por residuos metálicos y riesgo para embarcaciones por la presencia de estructuras sumergidas.
“Esto representa un riesgo extremo para el ecosistema y para las familias pescadoras. Las especies de profundidad están siendo arrastradas o aplastadas con estas maniobras, y los trabajos de ocho años para proteger a la tortuga lora podrían estar en peligro”, advirtió.
Ibarra Rodríguez agregó que entregarán evidencias de los hechos a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y a la Presidencia de la República para exigir una postura firme ante SpaceX y que la empresa asuma su responsabilidad.
“Si México hubiera lanzado un cohete y sus restos cayeran en costas de Estados Unidos, las consecuencias serían severas. Hoy exigimos reciprocidad, respeto a nuestras aguas y reparación del daño causado”, concluyó.
¿Por qué este tema es importante?
Contexto: la caída de fragmentos del cohete Starship de SpaceX en territorio mexicano, tras las explosiones durante pruebas en Texas, ha encendido alertas ambientales. Este caso es relevante por las siguientes razones:
- Contaminación en ecosistemas mexicanos: Los restos metálicos, plásticos, tanques y fragmentos de gran tamaño —algunos del tamaño de un vehículo— llegaron hasta Playa Bagdad y el río Bravo. Expertos advierten que podrían contener materiales peligrosos que afectan la calidad del agua, los suelos y la biodiversidad.
- Afectación a especies en peligro: Las zonas impactadas son hábitat clave para la tortuga lora, especie en peligro de extinción. La organización Conibio Global, que trabaja desde hace ocho años en su conservación, denunció que el evento representa un grave retroceso en la protección de esta especie.
- Riesgo para pescadores y embarcaciones: La presencia de estructuras metálicas sumergidas sin control representa un peligro para las actividades pesqueras y la navegación en aguas nacionales, con afectaciones económicas para comunidades costeras.
- Falta de transparencia y posible ilegalidad: Se desconoce si las empresas que realizan labores de extracción de fragmentos en aguas mexicanas cuentan con autorización oficial. Activistas y autoridades han cuestionado la legalidad de estas operaciones.
- Respuesta institucional en curso: La Profepa, Semarnat, Marina y Conanp ya realizaron inspecciones y tomaron muestras para analizar los daños. El gobierno federal, por instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum, investiga el caso y evalúa posibles sanciones o medidas de remediación.
- Implicaciones internacionales: El incidente pone sobre la mesa la necesidad de establecer protocolos binacionales ante accidentes espaciales, además de exigir responsabilidad a empresas como SpaceX cuando sus actividades afectan ecosistemas fuera de EU.
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Este caso no solo revela los riesgos de la basura espacial, sino también la urgencia de que México refuerce sus marcos de protección ambiental ante el avance de la industria aeroespacial en la frontera.
JCVP