Puebla.- Una mujer identificada como Edith “N”, de 47 años, fue detenida por elementos de la Policía Municipal de San Andrés Cholula por su presunta responsabilidad en el delito de homicidio doloso en razón de parentesco, tras el hallazgo del cuerpo sin vida de su hijo de siete años.
De acuerdo con un comunicado oficial emitido el 1 de julio por la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana del municipio, la aprehensión se realizó en la cabecera municipal luego de activarse un operativo coordinado con el Ejército mexicano, la Guardia Nacional, la Policía Estatal y la corporación local.
El despliegue fue consecuencia de un reporte de emergencia en un domicilio ubicado en la calle 4 Oriente, donde se localizó al menor inconsciente. Paramédicos de Protección Civil confirmaron que el niño ya no presentaba signos vitales y que, según los primeros indicios, había fallecido varias horas antes del aviso.
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El menor estaba bajo el cuidado de Edith “N”, quien dijo ser su madre y presentaba, aparentemente, signos de deterioro cognitivo. Durante la intervención, surgieron elementos que apuntan a una posible muerte por asfixia, lo que derivó en su inmediata detención.
La mujer fue puesta a disposición del Ministerio Público, que definirá su situación jurídica en las próximas horas.
Este martes, en tanto, el menor fue sepultado en el panteón de la cabecera municipal. La ceremonia de inhumación se realizó en presencia de familiares y vecinos, en un ambiente de consternación. Autoridades locales no han emitido nuevos informes sobre el avance de la investigación.
"Lo mató mientras dormía": adolescente asesinado en Jonotla; su hermano, el principal sospechoso
José Miguel, un adolescente de 13 años, fue asesinado mientras dormía. Según los reportes, fue degollado presuntamente por su hermano Florentino, de 20 años, quien es sordomudo y se presume padece alteraciones mentales.
Los hechos ocurrieron la madrugada del domingo 26 de mayo en la comunidad de Ecatlán, municipio de Jonotla, Puebla. De acuerdo con versiones preliminares, ambos hermanos se encontraban solos en casa y dormían en la misma cama cuando ocurrió la agresión.
Fue hasta la mañana del lunes que sus padres llegaron al domicilio y, al ver la escena, alertaron a los servicios de emergencia y a elementos de seguridad. Al arribar al lugar, personal de la Fiscalía General del Estado confirmó la muerte del menor y detuvo a Florentino como principal sospechoso, al ser la única persona que se encontraba con la víctima.
Durante las diligencias ministeriales, el padre de los jóvenes, identificado como Francisco, relató que la puerta del patio estaba abierta, aunque no presentaba señales de haber sido forzada. Las autoridades continúan con las investigaciones.
Crece la violencia familiar extrema en México
Aunque estos casos suelen causar conmoción por su crudeza, el parricidio no es un fenómeno aislado en México. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), entre 1990 y 2020 se duplicaron los homicidios cometidos entre familiares, al pasar de 15 mil a casi 35 mil casos a nivel nacional. Este crecimiento revela transformaciones profundas en las dinámicas familiares y en los factores de violencia al interior de los hogares.
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Los estudios muestran que cerca del 70 por ciento de las víctimas en estos crímenes son mujeres, mientras que el 30 por ciento restante son hombres. Las entidades donde más se concentra este tipo de violencia son Guanajuato, Michoacán, Baja California, Estado de México, Jalisco y Chihuahua. Expertos en criminología y derechos humanos coinciden en que estos delitos suelen estar marcados por contextos de abandono institucional, deterioro mental y entornos familiares desatendidos por el Estado.
JCVP