Cd. Victoria, Tamaulipas.- En las aguas del Golfo de México frente a la costa de Tamaulipas, se libra una batalla silenciosa pero crucial para la supervivencia de una de las especies más emblemáticas y amenazadas del océano: el tiburón martillo.
Mientras las autoridades establecen vedas para proteger sus zonas de crianza y reproducción, la presión económica sobre las comunidades pesqueras y la sombra de la pesca ilegal ponen en jaque el futuro de este depredador tope, con un impacto devastador en la captura de hembras grávidas y neonatos.
La reciente captura de una hembra de tiburón martillo con crías no nacidas ha puesto de manifiesto la urgencia de revisar y modificar las temporadas de veda en la región, señaló Jesús Elías Ibarra Rodríguez de la organización Conibio Global A.C.
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Apuntó que a pesar de que la veda actual se respetó y se utilizaron técnicas de pesca adecuadas, la captura de la hembra preñada evidencia que las vedas no están sincronizadas con los ciclos reproductivos de los tiburones los animales marinos, debido a los efectos del cambio climático.
Hizo hincapié en que la raíz del problema no es la mala práctica de los pescadores, sino la mala elaboración de las normas de temporadas de veda.
“Las temporadas de veda se tienen que modificar debido al cambio climático, porque aunque la veda ya terminó y ya está permitida la pesca de tiburón, evidentemente las tiburonas aún no han tenido sus crías”, insistió.
En sus redes sociales Ibarra Rodríguez publicó:
“Apenas terminó la veda de tiburones el 30 de junio, y ya estamos encontrando crías recién nacidas muertas y tiradas en la playa. Esto no solo muestra un total desprecio por las regulaciones, sino también una alarmante falta de respeto por la vida marina. El tiburón martillo está amenazado en México y en peligro crítico a nivel mundial, y aun así se permite su captura sin respetar tallas mínimas, ni mucho menos los principios más básicos de conservación. Peor aún: ni siquiera los aprovechan. Los dejan tirados como basura”.
La captura de la hembra de tiburón martillo, cuyas crías no lograron nacer tras la captura de la madre, subraya la necesidad de realizar estudios actualizados y modificar las vedas para proteger a las especies marinas durante sus periodos de reproducción.
De no actualizarse las normas, se podría poner en riesgo la supervivencia de los tiburones martillo y otras especies vulnerables.
Al respecto Ibarra Rodríguez, comentó que es necesario prolongar más la temporada de veda a la vez que realizar nuevos estudios sobre para modificar la veda.
Reiteró que es necesario replantear las vedas a las nuevas realidades climáticas y garanticen la preservación de las especies como el tiburón martillo y otras que podrían entrar en peligro de extinción.
Marco legal
México cuenta con un marco regulatorio para la pesca de tiburones y rayas, la Norma Oficial Mexicana NOM-029-PESC-2006, que establece las bases para una "pesca responsable". Adicionalmente, cada año, la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA) establece periodos de veda para la captura de estas especies en el Golfo de México, que generalmente abarcan de mayo a julio o agosto, coincidiendo con la época de mayor actividad reproductiva.
Sin embargo, la efectividad de estas medidas se ve comprometida por la falta de una vigilancia robusta y la persistencia de la pesca ilegal.
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Un operativo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) en junio de 2025, aunque realizado en Baja California, desmanteló una red de tráfico ilegal de 2,433 kilogramos de aletas de tiburón, incluyendo las de tiburón martillo, con destino a Asia. Este decomiso, que incluía aletas de ejemplares juveniles y neonatos, es un claro indicador de que existe un mercado negro bien estructurado que incentiva la captura de estas especies protegidas a lo largo de todas las costas de México.
¿Por qué es importante este tema?
Estudios biológicos en el Golfo de México han identificado las zonas costeras como áreas de vital importancia para la reproducción del tiburón martillo.
Las hembras se acercan a estas aguas someras y productivas para dar a luz, convirtiéndolas en verdaderas "salas de maternidad" marinas. La captura de una hembra preñada no solo significa la pérdida de un individuo adulto, sino la aniquilación de una generación completa, un golpe demoledor para una especie de por sí con bajas tasas de reproducción.
Informes y estudios, aunque no siempre específicos para Tamaulipas, evidencian una alarmante tendencia en la captura de tiburones a nivel nacional: un alto porcentaje de las hembras capturadas no han alcanzado la talla de primera madurez. Esta "pesca de cuna" trunca el ciclo de vida de la especie y acelera su declive.
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Recientemente, en julio de 2025, la aparición de crías de tiburón martillo muertas en la Playa Bagdad de Matamoros encendió las alarmas entre organizaciones de conservación, una cruda evidencia de que, a pesar de las prohibiciones, la actividad pesquera, ya sea legal o furtiva, sigue impactando a las poblaciones más vulnerables.
gph